En la previa, el partido ante Deportes Antofagasta asomaba como vital para Everton, más todavía con las victorias de San Luis y Palestino. Era un escenario delicado y complicado para los oro y cielo, pero tal como ante Universidad de Concepción y Colo Colo, los viñamarinos dieron nuevamente una muestra de carácter en el estadio Sausalito para imponerse por 3-2 a Deportes Antofagasta, elenco que llegaba con la ilusión de acortar distancia con el líder Universidad Católica.
Los “Pumas” fueron un duro escollo y llevaron al límite al cuadro dirigido por Javier Torrente, que desde el inicio del duelo tuvo que sortear una serie de adversidades para dar vuelta un partido que se puso cuesta arriba en menos de 20 minutos de juego.
Y es que el reloj recién marcaba 2′ cuando Eduard Bello abrió el marcador para la visita, instalando la incertidumbre en Viña del Mar. El venezolano celebró corriendo hasta la tribuna, y con anillo en mano, le pidió matrimonio a su novia.
Poco después de que Álvaro Madrid desperdiciara una ocasión inmejorable, un desgarro en el gemelo sacó a Juan Cuevas del partido, y en su lugar ingresó, entre pifias, un Marco Bueno que luego supo ganarse a la hinchada.
Pero antes, el panorama se complicó más todavía. Benjamín Rivera sufrió un corte sobre la ceja -que tuvo que ser intervenido con 20 puntos- y Torrente optó por mandar a la cancha a Óscar Salinas. Así, Everton mantuvo el 4-4-2, aunque con un rombo en el mediocampo con el oriundo de Curacaví como enlace.
La tensión se sentía en el ambiente, pero con el correr de los minutos los oro y cielo, pese a la ansiedad y a que a veces se apuraban más de la cuenta, pasaron a dominar las acciones con intensidad, raspando en el medio y ganando los duelos por las bandas.
Un tiro libre soberbio de Francisco Venegas marcó el empate que le dio una cuota de aire a Everton desde los 40′, y cuatro minutos más tarde, Bueno desató una efusiva celebración en todo el estadio.
Sin embargo, como ha sido la tónica en este año, el sufrimiento y la angustia volvieron a instalarse en Sausalito cuando en los descuentos del primer lapso Bello sorprendió para establecer la igualdad.
Ya en el segundo tiempo, si bien el duelo bajó en intensidad, los viñamarinos nuevamente demostraron que quieren quedarse en Primera, ante un Antofagasta que, ya sin dinámica, apostó básicamente por el contragolpe.
Así Madrid estrelló un remate en el palo y Camilo Rodríguez se lo perdió solo en el rebote. También lo tuvieron Patricio Rubio y Salinas en dos oportunidades, pero Paulo Garcés respondió bien.
Luego, cerca de los 70′, una fractura de peroné dejó fuera de combate a Bello y con eso los “Pumas” perdieron peso en ofensiva. El partido se volvió desprolijo y luchado, y Everton, pese a dominar, se veía predecible y con poca chispa.
Pero de tanto insistir y batallar llegó el gol de la victoria, con un Salinas que desató un festejo eufórico que sirvió para sacarse la presión acumulada y respirar con mayor tranquilidad a falta de tres fechas para el final del campeonato.