Una parte de la historia viva de Everton de Viña del Mar, y por qué no decirlo, del fútbol chileno, dejó este mundo. Luis Valdivia, el último integrante que quedaba del plantel oro y cielo que debutó en el fútbol profesional en 1944, falleció a los 100 años de edad, en su domicilio en el sector de Santa Julia. Según comentó su hijo Luis Valdivia, “de repente le dio algo en la mañana, no podía respirar, pero fue sin dolor, ni que estuviera sufriendo. De a poquito se fue apagando”.
El exjugador nacido en el puerto de Taltal, en la Región de Antofagasta, llegó con 20 años de edad a la Ciudad Jardín proveniente de la pampa salitrera: la oficina de María Elena. Allí fue a buscarlo el presidente de la época, Óscar Marín, como recordó en una entrevista con este Diario en 2009.
“Estaban armando un equipo para inscribirse en la asociación. Recuerdo que había muchos jugadores extranjeros… Arteaga, Peyrano (…) Yo era de los que trancaba con la cabeza”, manifestó en ese entonces este jugador que también vivió la última temporada de Everton en el fútbol amateur y el cambio de sede, desde Valparaíso a Viña del Mar.
Fueron cinco las temporadas que estuvo Valdivia en el elenco viñamarino, entre 1944 y 1948, jugando 43 encuentros y convirtiendo dos goles. Su debut fue en el primer duelo de los auriazules, ante Audax Italiano, el 4 de junio de 1944, en el Estadio El Tranque (actual Sausalito); y su último partido coincidió con el estreno de René Meléndez. Valdivia también jugó dos temporadas por San Luis de Quillota.
Desde la tienda viñamarina se pronunciaron sobre el deceso, señalando por redes sociales que “lamentamos el sensible fallecimiento de Luis Valdivia, (…) siendo hasta hoy el jugador más longevo de aquel plantel que inició la historia de nuestro club en el profesionalismo”, enviando un abrazo y apoyo a sus cercanos, agregando que “vivió toda su vida ligado a la pasión evertoniana”.
RECUERDOS IMBORRABLES
Al escudriñar en la historia de Everton, el nombre de Luis Valdivia toma fuerza y no es para menos. Se identificó plenamente con los colores del club y, ya en su retiro, siguió ligado a la institución y su entorno.
Óscar Padró, exdirigente auriazul, compartió con él durante años. Aunque no fue en la época de jugador, logró regresar al exfutbolista al club, o al menos tenerlo muy cerca.
“Recuerdo que le di trabajo en un momento. Él lo necesitaba, así que empezó a trabajar como cuidador en el Estadio Sausalito los días de partido”, aseguró Padró, quien agregó que “luego Ignacio Hernández, que era locutor, se lo llevó a la Armada. Trabajó sus últimos años ahí, cuidando la cancha de la Escuela de Ingeniería”.
Padró rememoró que Valdivia tenía muy buena memoria, y se refirió a algunas anécdotas que le contó, entre ellas una muy especial con Sergio Livingstone. “El “Sapito” le decía viejo malo, así que un día, cuando él le hizo un gol, se lo fue a refregar diciendo que ahí estaba el viejo malo”, cerró el exdirigente.
Aunque los colores de la camiseta diferenciaron a Juan Olivares de Valdivia, el exarquero de Santiago Wanderers también pudo compartir momentos junto al taltalino. “Era una gran persona, siempre estaba con una sonrisa. No conversaba mucho con él, pero las veces que lo vi jugar deleitaba porque hacía buen juego”, dice Olivares.
De todas formas, no coincidieron en los clásicos porteños. “Era mayor. Nos encontramos en los partidos amateurs entre la Fábrica Gratry, donde estaba él, y la Unión Lechera Aconcagua, donde yo debo haber jugado con 13 años”.
TUVO SU RECONOCIMIENTO
Erasmo Zúñiga, presidente de la Agrupación de Exjugadores de Everton, comentó que “él participó con nosotros varias veces, celebramos algunos aniversarios del club y lo visitamos en algunas ocasiones”.
“Teníamos una cercanía con él porque para nosotros es un orgullo haber contado con un exjugador profesional de su edad. No creo que haya otro en el país”, añadió el exdefensor.
Zúñiga enfatizó que la agrupación “se formó para eso, para tratar de recuperar a los que jugaron en otras épocas y solo defendiendo la camiseta eran felices. Ese era el gran orgullo y es parte de la historia”.
A lo largo de los años, los exfutbolistas del club ya habían reconocido a Valdivia. En 2009 fue homenajeado, cuando la institución celebró su centenario. Recientemente, el 14 de febrero, cuando cumplió 100 años, recibió la visita de algunos exjugadores.
En esa instancia, además, parte del actual plantel oro y cielo llegó a su casa con una torta para celebrar su centenario, a los que se sumaron algunos fanáticos de la tienda auriazul y representantes de San Luis de Quillota, quienes le entregaron algunos obsequios.
Su hijo Luis recordó ese día: “Llegaron con bombos y platillos. Hasta vino un grupo folclórico a bailar cueca. Le trajeron muchos regalos y de San Luis vinieron con una camiseta y una taza para el té”.