Roberto Martínez, actual entrenador del Everton, ha pasado muchos y muy intensos momentos desde su llegada a las Islas, viviendo una de las historias más peculiares que se recuerdan.
Roberto Martínez, nacido en Balaguer en 1973, comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol de la mano de Real Zaragoza. En el filial maño coincidiría con otros dos jóvenes jugadores a los que algunos años después uniría su destino, Jesús Seba e Isidro Díaz.
Los Three Amigos
Sería la temporada 1995/96 la que marcaría un antes y un después en la vida de Roberto Martínez y sus compañeros. Tras la falta de oportunidades en un Real Zaragoza que vivía sus mejores años como club de fútbol, les surgió una oportunidad muy poco habitual por aquel entonces. Un club de Third Division (Wigan Athletic), la segunda división más baja del fútbol profesional inglés, equivalente a la 3ª División española, se había interesado por ellos. Dave Whelan acababa de comprar el club y se había convertido en un presidente ambicioso con el objetivo de dar al club de su ciudad el empuje necesario para mejorarlo y subirlo de categoría. Dado que tenía negocios en España, consiguió atraer, a través de un intermediario, a Roberto Martínez, Jesús Seba e Isidro Martínez a su nuevo club.
Es así como comenzó la historia de los Three Amigos, sobrenombre con el que fueron bautizados haciendo uso del título de una película cómica de la década de los 80. Actualmente es habitual ver jugadores españoles en las ligas más dispares que se pueda imaginar, pero por aquel entonces esto era una aventura hacia lo desconocido, en la que estos tres jugadores se convirtieron en pioneros. Tras el primer año, Seba abandonó para volver a casa, a su Real Zaragoza, aunque sin mucho éxito, por lo que a lo largo de su carrera como jugador se movería entre clubes modestos de España y Portugal. Isidro Díaz también abandonó Wigan y probó suerte en otros equipos ingleses para posteriormente seguir los pasos de Seba y terminar jugando en Portugal.
Por su parte, Roberto Martínez sí cuajó en el Wigan Athletic, donde estaría los siguientes seis años, en los que se convirtió en el primer jugador español en jugar un partido de la FA Cup, torneo más antiguo del mundo, en el que también anotaría el primer gol con firma española de la historia. Consiguió el ascenso a la Division Two, pero se quedó a las puertas de alcanzar la First Division en varias ocasiones. Tras abandonar Wigan, Roberto jugaría en varios clubes de las Islas como Motherwell, Walsall, Chester City y el conjunto galés del Swansea.
Trayectoria como entrenador
Precisamente, sería este último quien le ofrecería la oportunidad de comenzar su carrera como entrenador en la First Division en 2007. La temporada 2007-08, la primera completa en el banquillo del Swansea, el equipo logró el ascenso tras proclamarse campeón de la Football League One y Martínez fue distinguido como mejor entrenador del año en la categoría por la League Managers Association. Durante la temporada 2008-09, el Swansea City, apodado Spanish Swansea por tener seis jugadores españoles en su plantilla, se convirtió en una las revelaciones de la FA Cup, al alcanzar los octavos de final tras eliminar al vigente campeón, el Portsmouth. Tras finalizar octavo en la Segunda División inglesa, se quedó a un paso disputar los play-off de ascenso a la Premier League. Sus logros con el Swansea City despertaron el interés del Celtic de Glasgow y del Wigan Athletic, en el que finalmente terminaría recalando.
Tras su breve paso por Swansea, ‘Bob’ volvía a Wigan (a cambio de dos millones de libras), de nuevo de la mano de Dave Whelan, que continuaba como presidente y que ya había logrado colocar al equipo en la Premier League. Se convirtió así en el tercer entrenador español de un equipo de la Premier League, tras el paso de Juande Ramos por el Tottenham Hotspur y de Rafa Benítez por el Liverpool. Roberto logró la salvación del Wigan en las temporadas 2009-10, 2010-11 y 2011-12 de la Premier. En la temporada 2012-13, se proclamó campeón de la FA Cup con el Wigan, ganando por 1-0 al Manchester City. El gol de Ben Watson en el descuento les dió el primer gran título de su historia. Sin embargo, en la Premier no pudo evitar el descenso a falta de una jornada, perdiendo contra el Arsenal. Una vez terminada la campaña, decidió abandonar el club tras cuatro años al frente de los latics.
El 5 de junio de 2013, el Everton confirmaba su contratación para las cuatro próximas temporadas como nuevo entrenador del equipo, reemplazando al actual entrenador de la Real Sociedad, David Moyes, que se marchaba a todo un Manchester United, donde no tendría demasiada suerte. El técnico español se fijó el objetivo de clasificar al equipo para una competición europea. Tras comenzar la Premier League 2013/14 con tres empates consecutivos, el Everton se situó rápidamente entre los siete primeros clasificados, terminando la primera vuelta en cuarto puesto. El Everton llegó a la recta final del campeonato con serias opciones de clasificarse para la Champions, y aunque no logró ese objetivo, sí se aseguró la presencia en la Europa League, mejorando una posición respecto a la temporada anterior.
La temporada 2014/2015 quedará para el recuerdo como una de las peores de los últimos tiempos en Goodison. Nunca en la última década, con David Moyes al frente, el equipo había quedado en un escalón tan bajo como el de este año. No alcanzar la mitad de la tabla fue sin duda algo decepcionante. Caer en una ilusionante Europa League de la manera que sucedió, lo fue todavía más. Pese a la desastrosa última campaña al frente del Everton, la directiva del club no ha dudado en darle su apoyo y confiar en él como una de las piezas claves de este nuevo Everton.
Fuente: Vavel