Mientras Everton se preparaba para buscar un triunfo que los dejara en zona de clasificación a Copa Sudamericana, en Universidad de Chile las cosas no resultaban según los esperado.
En el periplo de los visitantes a Viña del Mar, el bus demoró su llegada por un atochamiento en la ruta 68, por lo que solo a menos de una hora del partido arribaron al reducto de la Ciudad Jardín.
Ya en la cancha, la mala suerte de los azules se haría notar, pues al minuto de juego vino una fuerte infracción de Camilo Moya contra Dilan Zúñiga. Aunque el árbitro José Cabero dejó jugar, luego recibió el llamado del VAR, y tras la revisión de la falta expulsó al volante de la “U”.
Así quedó condicionado el trámite, que obligó a Esteban Valencia a reordenar a sus jugadores para replegar al equipo, pensando en evitar un gol del cuadro oro y cielo.
Pese al hombre extra, Roberto Sensini decidió mantener su esquema con tres en el fondo con Rodrigo Echeverría en la zaga, decisión que en el segundo tiempo revertiría.
Las ocasiones de Everton fueron pocas, e incluso la visita preocupó a los locales, aunque sin mayor peligro. La más clara del equipo oro y cielo fue en un tiro libre de Juan Cuevas desde el sector derecho que conectó Echeverría en el área. El mediocampista mandó el balón al fondo de la red, pero el juez anuló la jugada por unos empujones en la previa.
Cuevas también tuvo su oportunidad de probar a Fernando De Paul y en una pelota parada remató al arco, pero el portero estuvo sólido para evitar la conquista.
Poco a poco, por algunas faltas no cobradas, el partido se fue calentando, e incluso llegaron algunos encontrones entre ambos equipos.
Cambios y reacción
Para el complemento, Sensini hizo ingresar a Maximiliano Cerato por Álvaro Madrid y además pasó a jugar con cuatro defensores, buscando mayor profundidad en ataque.
Y lo logró muy bien, porque a los 52′ llegó el único gol del duelo. Después de manejar bien el balón, Cerato sacó un centro pasado desde la izquierda. En el segundo palo apareció Christian Bravo sin marca, que con un cabezazo le cambió la dirección al balón y anotó para los viñamarinos.
Universidad de Chile buscó la igualdad hasta los últimos minutos, pero careció de precisión.
La guinda de la torta pudo llegar en una buena conexión del ataque oro y cielo, pero De Paul le ahogó el grito de gol a Echeverría y Cuevas.
Tras el partido, el DT auriazul señaló que “tuvimos la tranquilidad en el segundo tiempo de no desesperarnos, tratamos de mantener el equilibrio. No porque tengas uno más vas a ganar seguro”.
La victoria llega en un buen momento para los oro y cielo que llegarán fortalecidos al Clásico Porteño del próximo sábado en Playa Ancha.