El conflicto por las vulnerabilidades que presenta el estadio Sausalito en términos de seguridad sigue escalando. Everton se defendió ante las acusaciones de la gobernación provincial, asegurando que hace siete meses se presentó un proyecto que contemplaba una serie de modificaciones estructurales para el coliseo viñamarino. Sin embargo, la información proporcionada por los oro y cielo fue puesta en entredicho.
Si bien desde el cuadro auriazul señalaron que “dado procesos externos ajenos a nuestra institución, los plazos no han sido los suficientes para concretar los arreglos solicitados”, tanto desde la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) como desde la propia alcaldía de Viña del Mar afirmaron que el proyecto recién ingresó a principios de este mes.
“Este es un tema que Everton presentó a la Secpla el 3 de noviembre”, aclaró la alcaldesa Virginia Reginato, quien dijo que hará todo lo necesario para que el encuentro entre los oro y cielo y Colo Colo, programado para el domingo 26 de noviembre y que había sido puesto en duda por el gobernador Jorge Dip, se juegue en Sausalito.
“Los viñamarinos nos merecemos estar en este partido. Nosotros tenemos un estadio, de los más bonitos del país, y queremos que se ocupe como corresponde”, añadió la primera autoridad comunal.
Más preciso fue el concejal Jaime Varas, quien puso énfasis en los criterios bajo los cuales el coliseo viñamarino se construyó.
“Este es un estadio construido bajo estándares FIFA, que tuvo una inversión estatal y municipal importante, y que cumplió exitosamente sus funciones para la Copa América y el Mundial Sub 17 que se desarrolló en Chile. Por lo tanto, la primera incongruencia que surge es cómo un estadio construido con estándar FIFA, presenta estas observaciones (de parte de la Gobernación)”, sostuvo el edil.
“Espero que el estadio pueda albergar partidos clase A. Si tiene una capacidad para sobre 20 mil personas, es un contrasentido haber construido este estadio si los partidos no se pueden jugar con esa cantidad de público. Necesitamos que el estadio pueda albergar ese tipo de partidos. La inversión que hizo el Estado y la municipalidad obviamente no se está aprovechando”, agregó Varas.
Junto con ello, el concejal admitió que ve difícil que Everton pueda realizar las obras solicitadas en menos de 20 días, pero de todas formas confesó que el municipio está abierto a acelerar el proyecto que hoy se encuentra en la Secpla.
Eso sí, ni la alcaldesa ni Varas quedaron indiferentes ante la posibilidad que se instalen rejas en el perímetro de la cancha para impedir el acceso de los hinchas al campo, particularmente en el sector de las galerías.
“Es el estadio más bello y eso lo queremos mantener. Yo lamento que por circunstancias que no corresponden tengamos que estar privados y tener los partidos como no estamos acostumbrados a ver”, comentó Reginato.
“Tendrán que hacerse todos los trabajos que ojalá mantengan la hermosura que tiene el estadio y que no se tenga que adaptar a los desadaptados de siempre. El criterio que tiene que existir es ejecutar las medidas que entreguen la seguridad solicitada, pero compatibilizando las vistas que tiene el recinto”, cerró Varas.
Inversión privada en un bien comunal
Frente a la fuerte inversión que hay que hacer para realizar las mejoras que en términos de seguridad fueron solicitadas en el estadio Sausalito, desde la municipalidad de Viña del Mar asumen que es Everton el que tendrá que correr con esos gastos, recalcando que no existe inconveniente con que una empresa privada invierta en un bien municipal. “No me cierro a las alianzas público-privadas. No hay ningún impedimento legal a que se pueda realizar una inversión privada. En este caso tendrá que ir relacionada con algún contrato de comodato y uso respecto al estadio”, dijo el concejal Jaime Varas.
El Mercurio de Valparaíso