El exdirector deportivo y DT asegura que terminó mal con la dirigencia y revela que en la temporada pasada hubo un quiebre en el camarín, con Miralles como protagonista.
Carlos Medina tenía catorce años cuando se puso por primera vez la camiseta de Everton. Formado en las cadetes viñamarinas, el exmediocampista del cuadro oro y cielo es un hombre absolutamente identificado con el club.
Cuando terminó su carrera como futbolista, estuvo ligado a la institución auriazul como técnico de las inferiores, luego en el cargo de director deportivo, para después asumir la banca oro y cielo después del despido de Luis Marcoleta a raíz de los malos resultados tras doce fechas transcurridas en la temporada pasada.
Si bien Medina no alcanzó el objetivo del ascenso a Primera División, culminando su participación en el tercer puesto con 62 puntos, su plan eran prolongar su estadía en la banca con la idea conformar un equipo bajo sus parámetros. Sin embargo, el exvolante fue desvinculado por la sociedad anónima de la Ciudad Jardín y hoy se encuentra lejos del fútbol profesional.
“Actualmente estoy en nada, tan solo tengo una escuela de fútbol en Curauma para adultos, con el fin de cubrir las necesidades de mi vocación, que me permita desempeñarme en lo que más me gusta, pero claro, dentro de todo quiero seguir dirigiendo algún club” aseguró el oriundo del cerro Esperanza.
Medina criticó a la dirigencia viñamarina por no cumplir con un acuerdo al que habrían llegado para extender su relación laboral con Everton como adiestrador del primer equipo.
“No recibí el mejor trato por parte de la dirigencia. Con el club habíamos quedado en otros acuerdos que finalmente no se cumplieron. Lamentablemente tuve que salir de Everton después de llevar más de veinte años en esa institución donde me formé desde los catorce años. Habíamos hablado otra cosa con los dirigentes. Por el tiempo que llevaba y por todo lo que hice por Everton, hubiese preferido que las cosas fueran de otra manera, pero esto es así, yo sé cómo se manejan este tipo de situaciones así que estoy bastante tranquilo”, relata el extécnico.
Una ayuda al plantel
Los malos resultados del cuadro auriazul en la campaña anterior provocaron la determinación de poner fin al ciclo de Luis Marcoleta al mando de Everton. Ante este panorama, Carlos Medina reconoce que no era el momento adecuado para tomar las riendas del plantel. Su idea era incorporar jugadores de su gusto futbolístico en vez de hacerse cargo de un conjunto ya armado. No obstante, el excontención afirma que sentía la necesidad de darle una mano a la institución que lo formó como profesional.
“El tema era dar una ayuda al plantel después de la situación que se estaba viviendo con los resultados deportivos con Luis Marcoleta, yo les manifesté a los dirigentes que no quería dirigir todavía, porque sentía que no era el momento preciso. A mí me hubiese gustado asumir como técnico con la idea de poder armar el equipo con mis jugadores y no se dio, yo asumí cuando Marcoleta se fue y claramente cuando el equipo ya estaba completamente armado, lo que hice fue casi una ayuda para levantar al plantel”, sostiene el exjugador auriazul.
Dificultades en el equipo
Si bien los hinchas oro y cielo se preguntan cómo es que su escuadra no pudo alcanzar el título la temporada pasada teniendo en cuenta el alto gasto que se realizó por contratar jugadores de renombre, Carlos Medina reveló que hubo un quiebre en el camarín durante su periodo como técnico, que involucró a Ezequiel Miralles y a otros integrantes del equipo, que bien podrían explicar la irregularidad por la cual transitó el cuadro viñamarino en muchos pasajes del último campeonato de la Primera B.
“Uno sabe las cosas que pasan porque mira y observa todo a su alrededor, en este caso yo sé qué tipo de personas son las que llegan al camarín porque estoy en Everton desde los 14 años y claro que en un momento Ezequiel (Miralles) tuvo algunas dificultades con algunos de los jugadores del plantel, aunque al final se mejoró un poco el tema, pero hubo una postura distinta de él que no fue aceptada por los miembros del equipo ni tampoco del cuerpo técnico” reconoció, agregando que “aunque más allá de eso no tuve problemas, de los jugadores no tengo nada que decir”.
Con sabor amargo
“Quedé con un sabor amargo. Lamentablemente yo, al igual que otras personas, tuve que estar en un momento donde no había la infraestructura necesaria para sustentar nuestro trabajo, ahora hay de todo y me toca verlo de afuera, el que está inserto en el fútbol sabe que estas cosas suelen suceder” sentenció el ex director deportivo de Everton, quien se muestra con muy poco disponible a la posibilidad de volver al club. “Después de mi salida hubo un quiebre en las relaciones con la dirigencia”, reconoce Medina.
“Deben cambiar muchas cosas”
Para Carlos Medina, el hecho de no haber podido disfrutar del nuevo estadio Sausalito y el Centro Deportivo de Everton, son motivo de reproche. El extécnico oro y cielo lamentó que bajo su condición de adiestrador del primer equipo no haya podido contar con la infraestructura necesaria para desarrollar su trabajo en óptimas condiciones, aunque señala que el club debe hacer modificaciones en otros aspectos. “Se cambiaron algunas, como el jugar de local en un estadio como Sausalito, de tener un centro propio de entrenamiento como el CDE, pero Everton debe cambiar muchas cosas” concluyó el exvolante.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso