El encuentro comenzó con dominio de balón del Manchester City que lo estaba intentando domar en campo propio, para progresar a campo rival combinando. Mientras tanto, el Everton se mantenía encerrado en su campo, y no salía, ni mantenía la pelota en los primeros minutos. Con la cuero, el equipo de Roberto Martínez no estaba consiguiendo avanzar, a pesar de que la presión del cuadro citizen empezaba en el segundo tercio de campo. El nivel de intensidad estaba siendo bajo, pero el conjunto de Pellegrini no estaba siendo capaz de imponer un dominio sólido.
Dominio alterno
Después del primer cuarto de hora, los dos equipos tuvieron varios tramos de posesión con cierta continuidad, aunque sin ninguna profundidad, pues las ocasiones de gol estaban brillando por su ausencia, pese a que el Everton estaba teniendo el balón en campo rival durante más tiempo. El City estaba teniendo menos balón, y Yaya Touré que estaba posicionado cerca de la mediapunta, estaba teniendo que bajar a la zona del mediocentro para ayudar a Fabian Delph y Fernandinho. Barkley estaba realizando una gran labor bajando a recibir y fijando a los mediocentros rivales, pues estaba permitiendo que jugadores como Besic o Deulofeu se movieran con más libertad entre líneas.
En los últimos quince minutos de juego, el encuentro siguió en la misma dinámica, aunque el City volvió a tener más tramos de posesión estéril entre campo propio e inicio del terreno de juego contrario. Mientras que el Everton, estaba siendo muy previsible con la pelota, aunque estaba trazando las posesiones cerca de la frontal del área, y cuando perdía la pelota estaba realizando las transiciones defensivas con mucha lentitud. En los últimos minutos, el equipo amarillo estaba teniendo un mayor dominio de la pelota, y estaba consiguiendo llegar a la portería rival a base de combinar y de realizar transiciones rápidas iniciando las jugadas en banda derecha y acabándolas en banda izquierda, realizando un muy buen uso de ambas bandas. El 1-0 llegó por medio de Funes Mori, que marcó al filo del descanso tras un rechace.
Dominio toffee e impotencia citizen en los últimos minutos
La segunda parte comenzó con dominio de balón del Everton que estaba tratando de triangular en espacios reducidos ante la presión de los centrocampistas que estaban tratando de acorralar al jugador que tenía el balón. Aunque cuando superaban esa presión llegaban a la portería de Caballero con bastante claridad. Con la pelota controlada, el City estaba encontrando muchos problemas para profundizar, pues el equipo de Liverpool estaba cerrando muy bien los espacios, y estaba consiguiendo mantener la pelota controlada cuando salía al contraataque con pocos efectivos.
Después de los primeros 15 minutos, el City siguió dominando y empezó a instalarse en campo rival a base de presión a la salida de balón del oponente, y de buscar el empate con bastantes centros al área con los que el Everton no estaba sufriendo demasiado en defensa, y que además estaba aprovechando para salir de su área y mantener en campo rival, donde intentaba terminar las jugadas, para no crear un efecto rebote. Con el paso de los minutos, el encuentro se fue convirtiendo en un correcalles ya que estaba alcanzando un ritmo de ida y vuelta, pues el equipo de Manchester no estaba defendiendo con más de tres jugadores las transiciones rápidas locales, y cuando se encerraba con el 4-5-1 seguía dejando espacios. A pesar de ello, logró marcar el empate a uno, a la contra tras un maravilloso pase de Fernandinho a Agüero, para que este asistiera de manera sensacional a Jesus Navas que definió con pierna izquierda ante Joel.
Las respuesta de los toffees llegó rápido, pues Lukaku marcó el 2-1 de cabeza tras un centro desde la izquierda. Tras el gol, el conjunto celeste trató de reaccionar recuperando el control del partido, ante un Everton que se encerraba en 35 metros con todo el equipo y se dedicaba única y exclusivamente a despejar los balones que le llegaban de los ataques frustrados del contrario. El ritmo de intensidad descendió bastante, y el equipo local tuvo algún tramo de posesión, y el conjunto de Pellegrini perdió mucha contiunuidad en el dominio, y volvió a tener dificultades para llegar al arco rival. En los últimos instantes, el equipo de Roberto Martínez consiguió mantener la pelota alejada, y terminó el partido sin sufrimientos.
Fuente: Vavel