El Manchester City tenía ante sí una oportunidad inmejorable para recortar distancias con el Chelsea, tras la derrota de los de José Mourinho en St. James’ Park. El rival, un siempre competitivo Everton, llegaba en horas bajas, en un momento de resultados y sensaciones bastante pobre y con la necesidad de lograr una victoria para abandonar la zona media y reengancharse a la pelea por los puestos europeos.
Los fantasmas de Agüero reaparecieron
El inicio del partido se vio rápidamente interrumpido cuando en los primeros minutos de juego el Kun Agüero cayó lesionado sobre el césped del Etihad Stadium. Los peores presagios se confirmaron y el delantero argentino tuvo que abandonar el terreno de juego, siendo sustituido por el joven José Ángel Pozo. El juego estuvo detenido prácticamente durante cinco minutos, lo que hizo que el ritmo del partido se viera interrumpido y el juego se reinició con ambos equipos temerosos y midiéndose con cautela.
Poco fútbol en el Etihad
El Everton intentó aprovechar el desconcierto inicial para tomar la batuta del juego pero el Manchester City se recompuso a la pérdida de su mejor hombre y no tardó en imponer su superioridad sobre el césped. El ritmo de los primeros minutos no permitió grandes transiciones y las defensas de ambos equipos se mostraban sólidas ante los tímidos acercamientos rivales. El primer disparo a puerta del encuentro llegó en el minuto 20, cuando un derechazo de Toure desde la frontal salió desviado.
Dominio claro local
Minutos después del primer aviso de los locales, James Milner fue cargado dentro del área por Phil Jagielka y Andre Marriner indicó el punto de penalti. Toure no lo dudó y batió a Tim Howard desde los once metros con un disparo incontestable. Los locales se adelantaron en el ecuador de la primera mitad, a pesar de que la producción ofensiva estaba siendo realmente escasa.
En los minutos que siguieron al gol inicial el Manchester City confirmó su hegemonía, monopolizando el juego ofensivo del encuentro. La baja de Agüero comenzó a hacerse evidente y los hombres de ataque del City, principalmente Nasri y Navas, no lograban crear espacios en la compacta defensa del Everton. Así, a pesar de la ventaja en el marcador y el dominio en el juego, Tim Howard no tuvo que intervenir en ninguna ocasión. Los ataques locales rondaban el área rival sin ninguna concreción.
En los últimos minutos de la primera mitad el Everton invirtió la tendencia de juego, teniendo mayor presencia ofensiva en campo rival. Así, en el minuto 38 los toffees realizaron su primer disparo por mediación de Mirallas, que fue rechazado a córner por la defensa local.
En busca de la sentencia
El Manchester City orientó cada una de las jugadas tras la reanudación en la búsqueda de ampliar el marcador para sentenciar el partido. Pocos minutos necesitaron los locales para crear la que, a la larga sería la ocasión más clara de la segunda mitad. Milner desbordó a Hibbert por banda derecha y cruzó un centro raso que Pozo, solo dentro del área, remató para que Howard rechazara con una prodigiosa estirada con el pie.
El ritmo del partido languidecía con un Manchester City que se parecía conformarse con la ventaja y un Everton que mostraba un quiero y no puedo de libro. Los de Roberto Martínez intentaron comandar las jugadas de ataque en el ecuador de la segunda mitad pero el Manchester City se mostraba lo suficientemente sólido para que los delanteros del Everton fueran incapaces de crear peligro a la portería de Joe Hart.
Everton: quiero y no puedo
La entrada de Ross Barkley proporcionó mayor fluidez y claridad al juego del Everton pero la poca movilidad y acierto de los hombres más adelantados no propiciaron que la mejoría se tradujera en ocasiones claras. Los intentos visitantes llegaban en acciones individuales aisladas dirigidas por hombres como Mirallas o Eto’o, cuyos disparon lejanos fueron bloqueados por la defensa o salieron desviados respectivamente.
De esta manera llegó la ocasión más clara, y única del Everton de lograr el empate. Una triangulación milimétrica de Eto’o con Lukaku en la frontal y el delantero belga enganchó una durísima volea desde dentro del área que salvó Hart en última instancia con una magnífica estirada.
Calma y seguridad en los momentos finales
La entrada del Lampard en los últimos minutos de juego aportó mayor control y seguridad con el balón al Manchester City y así, a pesar de los cinco minutos de añadido, el equipo local consiguió mantener la ventaja intacta sin ningún sobresalto destacable. El Manchester City consiguió abortar con éxito cualquier acercamiento final, casi siempre personado en botas de Eto’o y Lukaku, muy lejos de la zona de claro peligro.
El Manchester City se coloca así a tan solo 3 puntos del liderato que ostenta el Chelsea, imbatido hasta la actual jornada, de manera que la pelea por el título queda más abierta que nunca. El Everton, sin embargo, queda en 11ª posición, con tan solo 18 puntos logrados y muy lejos del objetivo presumiblemente establecido al comienzo de temporada de buscar los puestos europeos.
Fuente: Vavel