Ni la amenaza de las penas del infierno frenó la violencia de los “hinchas” en la previa del Clásico Porteño. Es cierto, hubo menos cantidad de guardias de lo solicitado (90 en vez de 250), pero ni con foso doble, ni medidas de segmentación en los ingresos, se pudo detener al grupito que siempre va en búsqueda del enfrentamiento y no le interesa alentar a sus respectivos equipos.
Desde comienzos de semana que el partido se palpitaba a concho, es por eso que se reforzó la seguridad en el estadio (que no posee rejas entre las tribunas y la cancha) y hubo llamados de la autoridad, dirigentes y jugadores para hacer de este partido una fiesta.
Así empezó todo
Poco a poco los hinchas wanderinos desarmaron las vallas papales y no contentos con eso llegaron hasta la reja de separación con la intención de botarla. Como no lo lograron “acortaron” camino por el campo de juego y estalló la guerra.
Fanáticos de ambos bandos saltaron a la cancha y armados de fierros, cuchillos, paraguas y cinturones, se golpearon a vista de todos. A esa altura los pocos guardias existentes en el lugar eran apoyados por carabineros y perros policiales. En menos de 10 minutos salían los primeros rostros ensangrentados y detenidos.
Por los altoparlantes hace rato que se había informado de la suspensión del partido y en la caseta de Estadio Seguro, un sorprendido José Roa y el gobernador Omar Jara, observaban atónitos lo que pasaba en la cancha. Lo que vino después fue una improvisada reunión con ambos presidentes: Bloise y Lafrentz, donde se especuló una posible reanudación del partido, sin público. Pero finalmente eso nunca estuvo en discusión. Los hechos eran graves y no habría clásico.
PARTE POLICIAL
Pese a que por normativa vigente efectivos de carabineros no pueden ingresar a los recintos deportivos, tras sobrepasar el proceder de los guardias de la empresa Prosecurity, éstos llegaron a salvaguardar la situación junto al Gope. Del procedimiento, al mando del Mayor Felipe Neira, se informó de dos lesionados civiles, además de 6 carabineros heridos junto a cuatro perros policiales.
Al margen de la identificación de responsables por imágenes televisivas; hubo 8 detenidos por conducción sin licencia, porte de arma de fuego y desórdenes. Los daños del recinto están en evaluación.
Fuente: La Estrella de Valparaíso.