Habían dado el primer golpe en Viña (al vencer por 3-2 en el juego de ida al Audax Italiano), pero querían cerrarlo a lo grande y sin dejar dudas… avalados también por sus brillantes números en condición de visitante en Copa Chile y en donde ahora suman una cuarta victoria, luego de vencer consecutivamente a San Felipe, Palestino y la Unión Española. Anoche además, viñamarinos e itálicos se jugaban algo más que un paso a la final, ya que el vencedor de esta llave aseguraría… como mínimo, su presencia en la Copa Sudamericana del 2017. Y ahora, ya instalado en el partido final por el título (que será ante Colo Colo en el Estadio Nacional), los viñamarinos podrían incluso -de vencer a los albos y levantar la Copa- cambiar la Sudamericana, por la Copa Libertadores (palabras mayores).
Bien planteado
Con la ventaja obtenida en el juego de ida, el planteamiento de Pablo Sánchez fue en un principio, cauteloso. Había que aguantar el chaparrón y los embates de un Audax que había quedado con vida… luego de descontar dos veces en Sausalito. En esos minutos iniciales resultó clave la figura de Eduardo Lobos, quien, en al menos dos oportunidades (qué manotazo el suyo… en el minuto 10) salvó la portería evertoniana. El local se jugó sus cartas, pero Everton, poco a poco, fue ganando terreno, sin inquietar mucho -eso sí- al golero Nicolás Peric. Tras el descanso, el técnico de Everton movió el tablero y adelantó sus líneas, lo que se vio reflejado en el bombazo del mexicano Iván Ochoa (que remeció el horizontal a los 50′) y luego con el gol marcado por Braian Rodríguez, quien aprovechó un centro al segundo palo -enviado por el propio Ochoa- para encaminar el triunfo y asegurar la clasificación de Everton a la gran final de la Copa Chile.
Sánchez: “es el premio al trabajo”
El técnico de Everton, Pablo Sánchez, quedó feliz con el paso a la final de la Copa Chile… pero va por más: “Estoy contento porque muchas veces el trabajo no tiene relación con los resultados finales, pero hoy hemos logrado algo importante. El equipo sacó diferencias desde la estrategia, lo individual y colectivo y este el premio al trabajo de todos. Hace tres meses, cuando estaba en Rosario, en mi casa, jamás pensé que podría estar disfrutando de una final y una clasificación como mínimo a la Copa Sudamericana”.
La Estrella de Valparaíso
Foto: El Gráfico Chile/Photosport