En el duelo que abrió la sexta fecha del Torneo de Apertura, Everton cayó por 3-1 en su visita a Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo y sigue sin conocer de triunfos en lo que va del campeonato.
Pero quizá lo que más preocupa es que el equipo dirigido por Héctor Tapia sigue mostrando dudas que instalan la incertidumbre en torno a la posibilidad de revertir el complejo escenario que tiene a los oro y cielo en el penúltimo puesto del certamen. Si Audax suma el lunes contra Unión Española, los de Viña serán colistas absolutos.
Desde un comienzo Everton trató de dejar en claro que no iba a replegarse en la capital e intentó presionar la salida cruzada en tres cuartos de cancha, pero a ratos la zaga auriazul quedaba muy mal parada, sufriendo en demasía por ambas bandas.
Fueron quince minutos donde los viñamarinos sufrieron, obligando a que lentamente Eduardo Lobos se transformara una vez más en la figura, tapando dos remates a Sebastián Jaime.
Tras ello el partido se equilibró y el visitante buscó salir del fondo en forma limpia y con criterio para elaborar las jugadas, evitando a toda costa el pelotazo.
Y en un contragolpe rápido el once forastero cerca estuvo de abrir la cuenta. A los 19′ un ataque liderado por Cerato terminó con Almeida disparando solo ante Toselli, quien alcanzó a contener.
A los 35′ vino el balde de agua fría. Centro rasante desde la izquierda de Noir que se cruzó por toda el área chica oro y cielo y en el segundo palo Jaime conectó para marcar el 1-0.
Minutos después, Lobos volvió a aparecer para ahogarle el grito de gol a Castillo. Y en el final del primer tiempo, Braian Rodríguez sacó una media vuelta desde la entrada del área que se fue apenas desviada.
Dos Golpes fulminantes
Tal como al inicio del primer lapso, en el segundo tiempo los oro y cielo sufrieron en demasía y cometieron errores en la zaga que terminaron costándole caro.
A los 50′, Kalinski recibió dentro del área, se sacó a dos jugadores y luego a Lobos para poner el 2-0. Y dos minutos después, la UC marcó un golazo con un gran pivoteo de Castillo para que Buonanotte definiera casi en área chica y estableciera el lapidario 3-0.
Y cuando no parecía por dónde Everton pudiera hacer daño, con cambios que tampoco le dieron un vuelco ofensivo al equipo, una mano de Lanaro le permitió a Sebastián Varas marcar de penal un descuento que llegó sobre el epílogo y que maquilla un poco el rendimiento viñamarino.
Pese a que en los descuentos Ochoa tuvo el segundo oro y cielo, lo cierto es que Everton sigue en el fondo y la incertidumbre persiste en torno a un Héctor Tapia, que cada vez parece quedarse con menos piso.
El Mercurio de Valparaíso
El Gráfico Chile / Photosport