En la previa, el debut de Everton en el torneo de Primera B estaba cargado de ansiedad y expectación. El triunfo sobre Santiago Wanderers el pasado fin de semana había inyectado de ánimo a los jugadores y cuerpo técnico de cara al enfrentamiento con Magallanes en Santiago.
Sin embargo, a pesar de un impetuoso primer tiempo, los dirigidos por Víctor Rivero cayeron por 3-2 ante los “carabeleros”. El buen trámite a favor de los viñamarinos en el primer tiempo no bastó para asegurar los tres puntos y al final terminaron lamentando una derrota.
Envalentonados
Apenas comenzó el partido, Everton salió con todo en busca de la apertura de la cuenta. Y esto se veía reflejado en la cancha del Santiago Bueras con las llegadas al arco del portero Quezada.
A los tres minutos el zaguero magallánico Rodrigo Brasesco sacó un remate desde la línea, y a los nueve el arquero Quezada anuló un grito de gol de Ponce que parecía imposible. Sin embargo, el asedio evertoniano tuvo su premio a los 10 minutos, cuando Rafael Viotti desbordó, eludió al arquero y le dejó el balón servido a Jorge Gálvez, que sólo tuvo que empujar el balón.
El 2-0 llegaría a los 24 minutos, gracias a Fernando Saavedra. El hombre que fue la figura del Clásico Porteño llegó al área como un centro delantero, aguantó el balón y de media vuelta batió la resistencia de Quezada.
Parecía partido controlado, pero a cinco minutos del descanso fue expulsado por doble amarilla Diego Orellana. La salida del volante complicó el planteamiento de Everton, que en la segunda etapa no pudo controlar al delantero Diego Pezoa.
La caída
El descuento de Gastón Capriari a los diez minutos del complemento lanzó al ataque a los blanquiazules. Sumado a las constantes faltas cometidas por Everton y el repliegue de los viñamarinos, Magallanes poco a poco comenzó a ir en busca del empate.
Hasta que la paridad llegó, y junto con ella, casi de manera inmediata, el desnivel para los locales. Capriari volvió a repetir a los 71 con un cabezazo en el área, y Sergio Catalán anotó con una volea fulminante el 3-2 definitivo a los 75 minutos de partido.
Los golpes fueron demasiado fuertes para los auriazules, que no lograron remontar ni con ganas ni con buen fútbol. Además, en los descuentos el árbitro Carlos Rumiano, de discreto cometido , expulsó a Lucas Concistre, presuntamente por agresión verbal. Al final, una caída y mucho por mejorar en Everton.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso.