Victoria por 2-0 del Hull City sobre el Everton de Roberto Martínez que no levanta cabeza en lo que a la liga se refiere. El conjunto de ‘Bob’ solo tuvo la posesión durante algunos tramos del partido pero McGregor no tuvo que aparecer en más de dos ocasiones en todo el choque. Los de Bruce, por su lado, jugaron maravillosamente y merecieron ganar de principio a fin. Jelavic y Elmohamady pusieron los goles. Alcaraz fue expulsado por doble amarilla.
Año nuevo, cara nueva. El Hull City volvió a ganar en casa, y lo de volvió no es por que lo haga con normalidad, es porque la última victoria en casa de los tigers data del 4 de octubre de 2014 cuando Diamé y Jelavić marcaron para vencer 2-0 al Crystal Palace. En esta ocasión ha vuelto a marcar Jelavić y el resultado ha sido también ha sido 2-0. El Hull ganó fácil un partido ante un rival difícil.
El partido empezó con fuerza, mucha fuerza, toda la que puso el Hull City sobre el césped. Los de Steve Bruce querían empezar bien el año, con una victoria, algo que todos los clubes de la parte baja necesitan para salir de abajo. La polémica vino con la primera llegada, Abel Hernández era derribado por Barry dentro del área pero el colegiado señalaba falta, justo en la misma frontal. El Hull no se lo creía; Jelavić chutó con ganas al palo del portero, pero el balón se fue muy por encima del travesaño. Era solo el segundo minuto de partido.
El Everton salió dormido, Abel Hernández lo aprovechó para robarle el balón a Barry en campo toffee, irse de Alcaraz y chutar a portería, obligando al guardameta Joel a tener que enviar el balón a saque de esquina. El Hull achuchaba durante los primeros diez minutos, que fueron suyos por completo. Elmohamady también tuvo una ocasión en ese tramo de tiempo al igual que Mirallas, que en el minuto siete aprovechó un balón muerto de Curtis Davies para chutar por encima de la portería de McGregor y realizar así el único disparo del Everton en toda la primera mitad.
Poco a poco el Everton fue despertando de su letargo. En la banda derecha empezó Mirallas pero con el paso de los minutos todos los jugadores del Everton querían jugar ahí, ¿el motivo? El carrilero izquierdo del Hull City, Andrew Robertson. El joven escocés no tenía problemas físicos ni nada por el estilo, solo un mal día, algo que convirtió su banda en un coladero por donde pasaban todos los jugadores rivales. Seamus Coleman, Naismith, Mirallas y Besic pasaron en incontables ocasiones aunque ninguno crease peligro tras regatear al carrilero tiger. Steve Bruce dio entrada a Liam Rosenior en el minuto 22 para solventar esos problemas, duro golpe para Robertson.
33 minutos que valen un partido
El inglés Liam Rosenior solo duró 33 minutos sobre el césped del KC Stadium. Sustituyó a Robertson en el minuto 22 y se lesionó en el 55. En ese breve espacio de tiempo Rosenior igualó un poco la posesión del balón, que seguía siendo de sus rivales aunque no creasen peligro, y puso el primer gol del partido. El Hull City cazó un buen contraataque que tras un rechace le llegó a David Meyler, este levantó la cabeza y se la puso a Rosenior que, poco más adelante de 3/4 de campo y en línea con el vértice del área grande, puso un gran centro con la derecha para que lo peinase Elmohamady y enviar el balón lejos del alcance de Joel Robles y hacer el primero de la tarde.
El Everton veía venir el gol, sus ataques no creaban peligro y Abel Hernández hacía de las suyas cada poco tiempo. Los de ‘Bob’ Martínez siguieron buscando un hueco por el que penetrar en el área rival pero la formación de tres centrales de Bruce lo impedía. Los toffees se desesperaban. Meyler, Abel y Livermore avisaron y Jelavić hizo el segundo. A pocos minutos para llegar al descanso, la fortuna se alió con los locales, Abel recibió en campo ajeno un despeje de Curtis Davies y tras controlar y ver como botaba el balón, decidió soltar un pelotazo de espaldas a la portería, sabiendo que Jelavić correría tras el balón, Alcaraz y Jagielka creían haber tirado bien la línea del fuera de juego pero se equivocaron y dejaron a Jelavić solo ante Robles, el croata controló con el pecho y marcó con una vaselina.

Jelavić, exjugador del Everton, mataba el partido en el minuto 42. El Everton solo había tirado una vez y la defensa tiger no tenía intención de dejarles que lo volviesen a hacer. En el descanso Roberto Martínez metió a Oviedo y a Lukaku en lugar de Mirallas y Besic, este último fue de lo mejor con lo que contaron los de Liverpool. Eto’o y Aiden McGeady se quedaron en el banquillo todo el partido, ‘Bob’ solo hizo esos dos cambios ya mencionados. Bruce dio entrada a Brady por Gastón Ramírez, mirando ya al encuentro de FA Cup del próximo fin de semana.
La primera parte fue muy vistosa, entretenida, con goles y bastante ritmo. Sin embargo, la segunda fue más gris. El Everton salió mejor, Ross Barkley encontró algún hueco en la zaga rival y dispuso de la mejor ocasión para su equipo en el partido. Recibió un balón dentro del área, regateó maravillosamente a tres rivales y chutó, ya en área pequeña, con el infortunio de encontrarse con McGregor. El portero escocés trabajó poco pero bien. El mediapunta inglés le puso muchas más ganas que el resto de sus compañeros. Solo Coleman se esforzó tanto como él.
Mientras el Everton tenía la mayor parte del balón, que no todo, en la segunda parte se igualó ese dato, el Hull esperaba su momento para matar en otro contraataque. Abel Hernández y Jelavić buscaban combinar y con ayuda de Meyler y Brady lo lograban. La dupla local superaba a la formada por Koné y Lukaku, el primero no aportó nada al equipo, el segundo lo intentó en bastantes ocasiones.
Un pinball humano
El balón iba de aquí para allá, no había un claro dominador, ambos equipos llegaban aunque las ocasiones locales fuesen muy claras y las visitantes estuviesen faltas de chispa. Naismith aportó más disgustos al colegiado que regates, pases o tiros a su equipo. Alcaraz es un caso parecido, pero peor, el central no solo erró en el segundo gol, si no que además fue expulsado tontamente por doble amarilla. El partido se le ponía muy cuesta arriba a los toffees, que tiraron la toalla.
Abel Hernández realizó un gran partido pero también pudo lesionarse. En un gran centro de Brady desde campo propio, el uruguayo tuvo una gran ocasión que envió fuera, además, pareció lesionarse en el remate. Ya no le quedaban cambios a su entrenador y tuvo que aguantar sobre el césped.
Al final, victoria tremendamente importante del Hull City ante su gente y nueva derrota como visitante para el Everton, la quinta consecutiva. Ahora el Hull City es 15º a solo dos puntos del Everton, que es 13º y otros dos puntos por encima del descenso.
Fuente: Vavel