Una oportunidad perdida. Esa frase bien podría resumir el encuentro que Everton de Viña del Mar disputó ante O’Higgins de Rancagua, ayer en el estadio Sausalito.
Los oro y cielo tenían una buena chance de hacerse con el liderato del Torneo de Transición junto a Unión Española enfrentando al colista del campeonato, pero la ansiedad no le ayudó a los dirigidos por Pablo Sánchez y comenzaron un primer tiempo con mucha imprecisión.
A medida que aumentaban los yerros en el mediocampo evertoniano, los rancagüinos comenzaban a despuntar, tanto así, que fue un remate de Brian Torrealba a los 9′, el que puso en aprietos a la valla local.
La ocasión perdida por los celestes fue el prólogo de la caída del arco viñamarino, ya que dos minutos más tarde, el volante Martín Rolle se encargó de avanzar hasta el área y habilitó a Joel Acosta, quien desde la izquierda soltó un disparo que dejó sin opciones a Eduardo Lobos, poniendo la ventaja para O’Higgins.
Everton, desconcertado, intentaba generar fútbol a través de Lucas Mugni, pero en el intento que más se aproximó al pórtico defendido por Miguel Pinto, su pase encontró a un Juan Ezequiel Cuevas cuyo ataque fue detenido por estar fuera de juego.
En el transcurso de la primera mitad, el elenco visitante seguía empeñado en conseguir el gol de la tranquilidad a través de los constantes avances de Rolle, mientras que el volante Alejandro Márquez se ocupaba de detener los intentos de los oro y cielo por llegar al área. La táctica resultó inicialmente bien, ya que a los 34′, un arranque del argentino hizo posible un contragolpe en solitario de Pablo Calandria, que sólo fue conjurado por el evertoniano Cristián Suárez.
El golpe inicial fue duro para el cuadro de la Ciudad Jardín, que pretendió adelantar sus lineas para emparejar las acciones apenas comenzado el primer tiempo, fue así como a los 47′ un avance de Patricio Rubio fue aprovechado por Óscar Salinas, pero su disparo fue conjurado por Pinto.
Recuperación ofensiva
Si bien los oro y cielo habían comenzado el complemento con un alza ofensiva, el verdadero empujón anímico que necesitaban llegó a los 50′, ya que el zaguero celeste Fabricio Fontanini no pudo detener un avance de Patricio Rubio y lo derribó en el área, tras lo cual el juez Francisco Gilabert cobró penal.
El mexicano Iván Ochoa nuevamente se puso frente al balón en los once metros, y con un certero tiro cruzado derrotó a Pinto, decretando el empate para los viñamarinos.
De ahí en más, el local se adueñó del mediocampo y parecía tener paso libre para conseguir el segundo tanto, mediante una jugada asociada entre Rubio y Jaime Carreño a los 56′ que terminó contenida por Pinto, y luego a los 72′ mediante una aparición de Cuevas que también terminó en las seguras manos del portero rancagüino.
A esas alturas, el técnico Gabriel Milito buscó cuidar el resultado y buscar un tanto por medio del contragolpe, disponiendo el ingreso de Tomás Alarcón y Matías Sepúlveda. No obstante, el juego ofensivo de los de la Sexta Región se limitó al pelotazo largo buscando el avance de Calandria o de Márquez, que desvió una peligrosa ocasión desde el vértice del área evertoniana.
En tanto, el juego ofensivo evertoniano no cesaba, teniendo incluso dos ocasiones para remontar definitivamente el resultado. Primero, a los 76′ con un cabezazo de Rubio que Miguel Pinto, a esas alturas la figura del elenco celeste, desvió al tiro de esquina en una temeraria acción.
Luego, ya en las postrimerías del duelo, fue el recién ingresado Pedro Sánchez quien no supo definir un balón que lo dejaba prácticamente solo en el área visitante, y que Pinto terminó conjurando.
Así, Everton no pudo alcanzar al elenco hispano en la cima de la tabla de posiciones del campeonato, y se verá obligado a ganar en la próxima fecha, cuando visiten a Deportes Temuco, este sábado en el estadio Germán Becker.
El Mercurio de Valparaíso