Everton y Swansea City empataron en un partido sin fútbol ni ocasiones en Goodison Park. Los locales tuvieron la posesión pero fueron incapaces de mover el empate inicial, aunque McGeady tuvo una excelente ocasión para adelantar a los ‘toffees’. A final, la expulsión de Shelvey dio algo de emoción a un partido aburrido.
Dinámico y explosivo, ambos conceptos se podrían utilizar para el inicio de encuentro en Goodison Park. Dos equipos con ideas muy claras y, sobre todo, ofensivas que se preveía bueno para disfrute del público. Por ello, a los pocos segundos de partido se dio el primer tiro a puerta a favor del Everton. Un rápido robo, permitió al Everton realizar triangulaciones cortas y llegar al área para que el remate final de Eto’o lo atrape Fabianski. Los cisnes no se iban a quedar atrás y pocos minutos después Bony iba a disfrutar de una gran oportunidad, pero se iba a encontrar con la excelente respuesta de Howard.
El ritmo rápido se iba a ver interrumpido por las lentas triangulaciones del conjunto local para aclarar ideas y buscar mayor profundidad en sus jugadas de ataque. El Swansea buscando recuperar el ritmo impuesto por ambos equipos al inicio, realizaba una presión asfixiante sobre las líneas defensivas complicando a Jagielka y Alcaraz sacar el esférico jugador. No obstante, esa presión tan adelantada tenía sus riesgos y McGeady estuvo cerca de aprovechar el espacio encontrado con un disparo seco que puso en problemas al portero polaco.
Posesión local sin oportunidades
Este inicio demoledor se esfumó pasado el cuarto de hora de partido, mismo momento en que los pupilos de Roberto Martínez se iban a hacer con el control del esférico. Un dominio de la pelota llevado por la dupla McCarthy – Barry, sobre todo, por el jugador escocés por el que pasaban todas las jugadas ofensivas del equipo de Merseyside.
Un juego lento y apagado que propiciaba que la presión del Swansea al principio decayera, hasta tal punto de que los hombres más destacables se encontraban en la línea defensiva de los cisnes. Los visitantes buscaban la contra para crear peligro, nos contraataques liderados por Jefferson Montero, pero que no contactaban con el hombre de referencia que era Bony. Garry Monk estaba viendo como la poca participación de Routledge provocaba que todos los ataques fueran por el carril izquierdo e impedía por completo la sorpresa.
Comienzo insípido en el segundo tiempo
La segunda mitad comenzó con ritmo todavía más lento, con ambos equipos fallando pases sencillos y creando el peligro en bases a esas recuperaciones. El Swansea daba sensación de mayor peligro en estos primeros instantes con un Bony más metido que en el primer tiempo. Los visitantes tuvieron una buena internada por mediación de Jefferson Montero que no pudo centrar tras la buena salida de Coleman al corte.
Tras esta ocasión iba a llegar una de las mejores ocasiones del partido tras otra recuperación. Naismith robaba el esférico en campo del Swansea, la dejaba para McGeady que disparó con rosca rozando el palo derecho al mismo tiempo que las gradas de Goodison Park cantaban el gol. Aquí iba a llegar un nuevo parón sin fútbol, ni oportunidades. Los futbolistas iban a jugar en el círculo del centro de campo y sin ideas en el juego ofensivo.
Ambos técnicos buscaban soluciones en los banquillos. Gomis y Lukaku salieron para intentar dar más vida al juego de ataque respectivo de su equipo. Con Gomis en el campo la presión adelantada volvió a aperecer provocando nerviosismo y pérdidas de la defensa cerca de su área. Por otro lado, con la entrada de Lukaku, los laterales tuvieron una mayor participación, sobre todo, Baines que a la mínima oportunidad buscaba un centro para el delantero belga.
Shelvey ayuda al espectáculo
El partido se inclinaba a un insufrible empate, no obstante, un error infantil de Shelvey le costó la segunda tarjeta amarilla y, por tanto provocaba la inferioridad del Swansea. Este suceso dio alas a los de ‘Bob‘ Martínez que buscaron con ansia la portería defendida por Fabianski. Sin embargo, el enorme trabajo defensivo de los visitantes dio sus frutos y consiguieron achicar todas las llegadas peligrosas de los locales. El partido terminó con un Everton volcado, pero sin superar la rocosa línea defensiva del Swansea.
Fuente: Vavel