Preocupante… por donde se le mire. Así es el presente de un Everton que el sábado en Talcahuano sumó su quinta derrota -en un total de 7 partidos disputados- cayendo de forma justa y sin apelaciones ante un correcto (y no más que eso) elenco de Huachipato, por 0-2. Y lo más triste, que las posibles y/o eventuales soluciones, no están a la vista para un Everton que hoy en día está mas cerca del descenso que de luchar por algún cupo internacional, tal como lo pretenden directivos e hinchas. Y lo que es peor, que la paciencia para con Pablo Sánchez… y por primera vez desde su arribo a Viña del Mar, se está agotando. Esto, porque el elenco Oro y Cielo perdió todo lo bueno que mostró en temporadas anteriores, lo que sumado a bajas individuales -muy marcadas- y una serie de fallas y errores puntuales que se repiten semana a semana, tienen a Everton en un más que triste 13er lugar, con magras 6 unidades.
Plantel corto
Ahora, la pasividad de los directivos -quienes conformándose con poco, no reforzaron al equipo- también es un factor. Y es que escudados en el “modelo mexicano”, los encargados de formar un plantel competitivo no lo hicieron y en la tabla de posiciones están los consecuencias. Y es que es de simples matemáticas el saber que si se fueron 5 futbolistas (Sebastián Pérez, Carreño, Ragusa, Becerra y Almeida) había que, como mínimo, traer otros cinco. Y al final, sólo llegaron tres jugadores de los cuales sólo uno ha respondido como el golero Leonardo Figueroa (que ingresó tras las chambonadas de Lobos), ya que el mexicano Marco Bueno ha sido un fiasco (y el técnico insiste en darle oportunidades), mientras que lo de Ignacio Ibáñez, al parecer, no da ni para ir al banco de alternativas. Y si a esto se suman las ausencias por expulsiones torpes como las de Rubio, Medel y ahora Dilan Zúñiga ante Huachipato… el panorama para Everton no pasa de ser oscuro y aquello no pasa por el técnico, sino que por la irresponsabilidad de los propios futbolistas Oro y Cielo.
Un mal momento que requiere de medidas fuertes, en especial, entre los jugadores claves que tiene el club como por ejemplo Cuevas, Mugni y Ochoa, quienes también han bajado en su rendimiento; al margen de los errores puntuales como el de “Paco” Venegas en el primer tanto acerero. Ahora, con un plantel corto y sin muchas variantes o alternativas, serán los hombres más grandes y el propio Pablo Sánchez, quien tendrá que exigir y “apretar” un poco más a sus jugadores, quienes tendrán la misión de reencantar a los hinchas, quienes, no quieren ni siquiera pensar en que Everton se está volviendo a convertir en un equipo del montón o menos que eso.
La Estrella de Valparaíso