Lo de Everton se podría decir que ya no es casualidad. Si en los últimos partidos ya había quedado de manifiesto, ayer ante Universidad de Chile en el estadio Sausalito los oro y cielo volvieron a sostener el alza que han mostrado en su juego desde que Pablo Sánchez llegó a la banca tras la salida de Héctor Tapia.
Fue así como en un disputado compromiso, los viñamarinos igualaron 2-2 frente a los azules, resultado que de una vez por todas les permitió dejar de ser los colistas del Torneo de Apertura, mientras los estudiantiles siguen dejando muchas dudas de la mano de Víctor Hugo Castañeda y compañía.
Desde un comienzo Everton dejó claras sus intenciones. Con mucha paciencia y sin apuro alguno, el cuadro auriazul hizo circular el balón con criterio por todo el campo de juego, quizá tratando de sacarle provecho a la desesperación de un necesitado cuadro universitario.
Primero avisaron los dueños de casa con un remate de Rodrigo Echeverría, y poco después respondió Gastón Fernández desde media distancia.
Con el correr de los minutos la “U” se acomodó mejor y empezó a acercarse al arco de Eduardo Lobos, pero con poca claridad en los metros finales.
Los oro y cielo seguían teniendo las opciones más claras, aunque fueron los azules los que dieron el primer golpe en Viña del Mar.
Córner servido por Zacaría, pivoteó Mora y Fernández conectó de cabeza en área chica para establecer el 1-0 a los 22′, pese a que Everton jugaba un poco mejor en el Sausalito.
Sin embargo, la “U” todavía no es capaz de espantar esos fantasmas que le han perseguido durante toda la temporada y una serie de errores a los 26′ terminaron con un gol en contra de Vilches, que contó también con la nula capacidad del juvenil Ramírez para sacarla sobre la línea.
Más allá de algunas incursiones ofensivas de parte de ambos equipos, la intensidad del juego decayó tras el empate. De todas formas, quedaba claro que los viñamarinos le ganaban a los azules en el mediocampo, donde independiente del gran número de hombres dispuesto por Castañeda, lo cierto es que carecía de elaboración y marca. Clave en ello fue también el trabajo de jugadores evertonianos como Kevin Medel y Echeverría.
Y cuando todo indicaba que el primer tiempo se cerraba en empate, apareció uno de los atacantes más incisivos de la jornada: Maximiliano Cerato. El argentino sacó un derechazo desde casi 30 metros para hacer estallar al Sausalito. Un verdadero golazo que le permitió a los oro y cielo irse al descanso por 2-1, resultado fundamentado en el buen juego de los locales.
De polémicas y suspenso
Ya en el segundo periodo, al menos a la “U” se le vio con otra actitud en cancha, y poco a poco el cuadro auriazul comenzó a replegarse. También incidió en ello los cambios de “Vitamina” Sánchez, quien sacó un delantero por un defensor buscando cuidar la leve ventaja. No obtante, al menos el ingreso de Rojas por Ragusa le dio un nuevo aire ofensivo a los viñamarinos.
A los 61′, el mismo Rojas habilitó a Cerato, quien ingresó al área y por querer colocar la pelota en el ángulo contrario terminó tirándola afuera.
Los minutos corrían y a la “U” le seguía costando asociarse de buena manera, y a ratos los balones detenidos o los centros de Zacaría eran la única forma de generar peligro.
Pero ni Rodríguez ni Ramírez fueron capaces de doblegar a un sólido Lobos mediante cabezazos. Incluso el propio Sebastián Varas estuvo cerca de ampliar las cifras con un testazo que alcanzó a desviar con una reacción felina el arquero De Paul.
Hasta que a los 82′ llegó el empate definitivo en Viña del Mar. Otro centro desde la izquierda y Mario Briceño metió un cabezazo que se estrelló en el poste, con lo que la pelota le quedó mansa a Fernández, quien completamente solo no tuvo problemas para simplemente empujarla y marcar la igualdad 2-2.
La posición del ariete argentino generó reclamos airados de parte de los oro y cielo. Primero fue “Vitamina” Sánchez, y luego el meta Lobos, quien corrió desde su arco para gritarle al línea. Sin embargo, lo cierto es que los reclamos eran infundados, ya que al momento del cabezazo de Briceño, se aprecia claramente que Camilo Rodríguez habilitaba a Fernández.
Como si eso fuera poco, en los descuentos se armó otra polémica más, aunque al menos en la cancha pasó casi inadvertida. Zacaría tomó la pelota fuera del área y metió un zurdazo impresionante que pegó en el travesaño, tras lo cual la jugada siguió como si nada hubiera pasado.
Sin embargo, tras dar en el poste la pelota picó dentro del arco, y para fortuna de los evertonianos ni el juez del partido ni el línea lo advirtieron como para cobrarlo.
Al final, empate 2-2 que dejó a los viñamarinos con un buen sabor de boca más allá de que muchos se hayan ido pensando en la posibilidad de quedarse con el triunfo.
Pero ni siquiera hay tiempo para mucho análisis, ya que este mismo jueves Everton deberá recibir a Palestino en el estadio Sausalito a partir de las 20:30 horas, en el marco del partido de vuelta por los octavos de final de Copa Chile. Los oro y cielo llegan con la ventaja del 1-0 de la ida, por lo que cuentan con la primera opción para pasar de ronda.
El Mercurio de Valparaíso
Foto: El Gráfico Chile/Photosport