Everton ya había logrado ganar antes jugando como local en el estadio Elías Figueroa de Playa Ancha. Y en dos oportunidades también había superado a su rival por 2 a 0. Sin embargo, la novedad ayer frente a Copiapó estuvo en los pasajes de buen juego que evidenciaron los viñamarinos y en su vocación ofensiva desde el arranque al término del compromiso.
Un dos a cero distinto, porque le permitió partir a Carlos Medina su proceso con un triunfo que sin lugar a dudas le dejó a los hinchas una sensación mucho más grata a lo que se había visto con Luis Marcoleta en la conducción técnica.
No barrieron a sus rivales, porque los nortinos llegaron con la disposición de salir a buscar el partido con tres hombres en punta, pero la superioridad de los dueños de casa se hizo tan evidente que hasta pareció mezquino el resultado final.
Cristián Canío, a los 17 minutos abrió el marcador con un remate cruzado que dejó sin ninguna opción a Fernando Burgos. Antes, la movilidad de Maximiliano Ceratto ya había permitido que los auriazules se aproximaran al gol.
Después de la apertura de la cuenta hubo otras chances para haberse ido al descanso con una distancia mayor, entre ellas un casi autogol del zaguero Roberto Muñoz, pero no hubo suerte.
En el inicio del complemento Juan Grabowski estrelló un cabezazo en el palo copiapino y a los 55′ Emiliano Romero puso el 2-0 que sería el definitivo. Una combinación entre Canío y Ponce terminó con una sutileza del argentino, que puso el balón en un ángulo inalcanzable para Burgos.
Y pese a que por momentos Everton perdió el control de las acciones y se dedicó más a distribuir, también hubo algunas opciones para haber ampliado las cifras. La más clara estuvo en la cabeza de un recién ingresado Franco Ragusa, quien se mostró sorprendido ante una chance tan sencilla, por lo que no pudo evitar que la pelota fuera a las manos del arquero rival.
Dalsasso en el otro extremo parecía un espectador y los oro y cielo concretaban con tranquilidad el primer gran paso de un nuevo proceso, que tendrá su prueba de fuego en la próxima fecha, cuando los auriazules visiten en Quillota al puntero invicto de la Primera B, San Luis.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso