La presión se estaba transformando en una peligrosa constante en el elenco de Everton de Viña del Mar, que buscaba lograr ayer ante San Luis de Quillota su primer triunfo como local en un irregular torneo nacional.
A pesar de los temores del propio elenco auriazul por el mal inicio del campeonato, el comienzo en el estadio Sausalito no pudo ser más auspicioso para los dirigidos por Pablo Sánchez.
Al minuto de partido, el cuadro oro y cielo comenzó golpeando fuerte. Tras un pase largo de Diego Orellana, el mexicano Marco Bueno se adueñó de la banda derecha y lanzó un centro que, casi en solitario, fue capitalizado por Patricio Rubio, que marcó el 1-0 para el elenco viñamarino.
La ventaja tempranera sorprendió al elenco canario, que buscó inmediatamente emparejar las cifras, pero los primeros minutos fueron sólo para Everton, que con un gran dominio del balón tuvo a los 9′ el segundo tanto en los pies de Óscar Salinas, pero el tiro del oriundo de Curacaví fue desviado en la línea de gol por José Rojas.
Y los oro y cielo continuaron con su faena ofensiva, ya que una peligrosa diagonal del “Pato” a los 19′ pudo aumentar las cifras, pero Ignacio González estuvo presto para desviar con los pies.
De ahí en más, la primera parte fue toda para los de Viña del Mar, gracias a los avances de Bueno y Cuevas, que incluso tuvo la mejor oportunidad para poner la segunda cifra al minuto 40, tras un rebote en la zaga quillotana, pero el portero de San Luis alcanzó a desviar el balón y enfriar a la activa delantera evertoniana.
Sufrimiento oro y cielo
En la segunda mitad, Everton quiso afianzar su dominio alcanzando otro tanto y casi lo logra cuando Iván Ochoa conectó un cabezazo a los 49′, que González tapó con dificultad.
Sin embargo, un balde de agua fría llegaría para castigar la ineficacia de los oro y cielo a la hora de estirar el marcador. A los 55′ el defensor Kevin Egaña avanzó hasta un costado del área evertoniana y envió un centro pasado hacia Gerson Martínez.
El oriundo de El Melón eludió la feble marca de Dilan Zúñiga y mandó un cabezazo imposible para Leonardo Figueroa, dejando las cosas 1-1 y sembrando incertidumbre en el coloso viñamarino.
Pero no se puede decir que Everton dejó de intentar. A los 66′ el recién ingresado Lucas Mugni pudo definir en un córner, pero el defensor Daniel Vicencio lo tomó de la camiseta y el trasandino cayó sin poder impactar el balón, en una acción desestimada por el juez Piero Maza.
A pesar de la igualdad, el equipo de Viña del Mar era superior a un elenco canario que no demoró en apostar al contragolpe como única herramienta de ataque. Sin embargo, la estrategia se vería trastocada al menos en los últimos minutos de partido, ya que tras un golpe a Rubio, el volante Ronald González vio la segunda tarjeta amarilla y dejó a su equipo con diez jugadores.
El hombre de más envalentonó a los oro y cielo, que aumentaron las cargas por el centro de la defensa visitante. A los 87′ Ochoa envió una diagonal que culminó en una magistral pared entre Rubio y Salinas, que el exjugador del Querétaro transformó en su segundo gol personal ante la salida estéril de González, decretando el marcador definitivo del partido.
Con su primera victoria como local, Everton pudo sumar confianza para su próximo desafío, que es revertir la desventaja en la primera fase de la Copa Sudamericana ante Caracas de Venezuela.
Juan Cuevas: “Nunca perdimos la calma”
El delantero de Everton Juan Ezequiel Cuevas no dudó en calificar la de anoche como una victoria importante, donde “fuimos ampliamente superiores, y necesitábamos ganar. Volvimos a ser el equipo que fuimos en el campeonato pasado y a pesar del gol de San Luis, nunca perdimos la calma”. Además, el argentino calificó el triunfo evertoniano como un golpe anímico necesario para el encuentro que jugarán ante Caracas, señalando que “vamos con muchísima fe a Venezuela, estamos muy confiados. No nos quedamos conformes con el resultado que obtuvimos acá, creo que lo podemos dar vuelta”.
El Mercurio de Valparaíso