Casi un mes tuvo que pasar para que se jugara el Clásico Porteño que el pasado 12 de julio fue suspendido producto de los graves incidentes que se produjeron entre hinchas de Everton y Santiago Wanderers en el Sausalito. Fue así como en medio de un gran dispositivo de seguridad y sin público visitante, viñamarinos y caturros igualaron 1-1 ayer en el estadio de la Ciudad Jardín en un vibrante partido que le dio la clasificación al conjunto oro y cielo, sellando de paso la eliminación de los porteños en Copa Chile.
Tal como se había hablado durante la semana, Wanderers tenía la mayor responsabilidad porque solamente le servía la victoria ante su archirrival, y ello se vio claramente reflejado en la actitud que mostró el equipo de Emiliano Astorga desde el comienzo.
Ya a los 7′, el Decano se puso en ventaja luego de un tiro libre frontal servido por Paulo Rosales que Carlos Muñoz se encargó de conectar de cabeza.
Tras el gol, el claro dominio visitante se hizo todavía más patente ante un Everton que mostró graves falencias para crear peligro y generar juego asociado. Los circuitos porteños funcionaron bien, logrando generar buenas ocasiones que ni Álvaro Ramos, Ronnie Fernández o el propio Muñoz supieron concretar.
La primera chance de riesgo para el cuadro auriazul llegó recién a los 36′, luego de un gran pase de Fernando Saavedra para el juvenil Sergio Riffo, quien la bajó (los verdes reclamaron mano) dentro del área y remató cruzado apenas afuera.
Pero esa fue quizás la única que tuvo Everton en el primer tiempo. Y es que lo cierto es que Jorge Galvez tuvo que ir al sacrificio por la banda derecha, en un mediocampo totalmente desconectado de los hombres en ofensiva, que pese a sus ganas entraban poco en juego.
DESPIERTA EL LOCAL
En el entretiempo, el técnico Víctor Rivero movió las piezas y los ingresos de Rafael Viotti y Alejandro Carrasco le cambiaron rápidamente la cara a su equipo, que ganó más peso ofensivo y se acopló de mejor forma para hilvanar jugadas de riesgo desde mediocampo.
Prueba de ello es que Everton comenzó a inquietar como no lo había hecho en todo el partido y también pasó a controlar el trámite del cotejo. Más aun con el ingreso de Maximiliano Ceratto a los 63′, quien pese a venir saliendo de una lesión le dio rapidez a los oro y cielo por ambas bandas. Tanto así que de una jugada suya vino el empate. A los 68′, el ariete trasandino encaró por la izquierda, se sacó a dos wanderinos y metió un centro que conectó de cabeza Saavedra, desatando la locura de los casi dos mil hinchas evertonianos.
Con el empate, el Decano se fue en busca del gol con desesperación y el DT Astorga realizó modificaciones que no tuvieron el efecto esperado. Con más ganas que fútbol, Wanderers se instaló en campo rival y tuvo ocasiones para lograr la victoria, pero fue ahí cuando Gustavo Dalsasso apareció para erigirse como la gran figura.
El portero del cuadro viñamarino se las arregló incluso para ahogarle el grito de gol a Carlos González cuando el partido expiraba.
De esta manera, Everton logró un valioso empate para sellar su clasificación a segunda ronda de Copa Chile tras finalizar en el segundo puesto del Grupo 3 con 9 unidades, a una del líder San Luis. Por su parte, Wanderers sigue sin encontrar el rumbo y la incertidumbre se acrecienta en Valparaíso con un fracaso a días del debut en Copa Sudamericana.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso.