La nube negra sigue encima de las cabezas ruleteras. Everton de Viña del Mar extendió su racha sin triunfos luego de igualar sin goles por la tarde de ayer frente a Deportes Antofagasta en duelo disputado en el estadio Sausalito. Con este resultado, los viñamarinos acumulan siete compromisos sin saber de victorias y seis consecutivos sin haber anotado un solo gol.
Los primeros minutos del pleito disputado ayer en Viña del Mar fueron de más posesión que acción pura, por lo que la primera acción de peligro real llegó a través de un error en la zaga auriazul. Benjamín Berríos dio un pase equivocado hacia atrás, habilitando a un Jason Flores que, tras la caída de Sebastián Pereira, remató solo y envió el balón directo al parante izquierdo de la meta custodiada por Johnny Herrera cuando el reloj marcaba los 14.
Cinco minutos más tarde, llegó la réplica de los oro y cielo. Marcos Sebastián Pol sacó un remate desde fuera del área (recurso que Everton utilizó durante prácticamente todo el cotejo ante la ausencia de variantes), encontrando la respuesta de un Fernando Hurtado que, en el rebote, quedó lastimado, lo que le valdría salir de la cancha una vez que terminó el primer tiempo.
Otro disparo de distancia por parte de Juan Ezequiel Cuevas, cuando se cumplía media hora del encuentro, fue la última aproximación de un primer lapso que dejó bastante poco para el recuerdo.
PÓLVORA MOJADA
Quizás la chance de gol más clara que tuvieron los viñamarinos sucedió cuando recién se jugaban dos minutos del complemento. Cuevas sirvió un gran pase a Cerato, quien desbordó por la banda derecha del ataque ruletero, centrando para un Marcos Sebastián Pol, que solo frente al arco y sin marca alguna, envió la esférica sobre la portería.
De ahí en más, el conjunto evertoniano dobló la cancha, desdibujando el ataque de los “Pumas”, pero careciendo de la precisión necesaria para poder convertir en gol cada una de las chances de peligro que se crearon.
Cerato aprovechó un error de Soza a los 51′, e Ignacio González, quien se puso los guantes para defender el pórtico de los nortinos, realizó el que sería el primero de una serie de tapadones en el segundo lapso. Otros disparos de Cuevas y Madrid, a los 56′ y 68′, también se encontraron con las buenas respuestas del golero formado en Colo Colo, quien incluso, cuando el balón de le arrancó en una de sus intervenciones, alcanzó a manotear justo cuando faltaron solo unos centímetros para que la pelota traspasara completamente la línea del arco.
La guinda de la torta llegó a tres minutos del silbatazo final, cuando Cerato nuevamente desbordó, pero esta vez no cedió para el medio, sino que definió inmediatamente, encontrando, tal como en toda la tarde, la respuesta del portero antofagastino.