Los más de 3 mil hinchas de Everton que ayer se dieron cita en el Sausalito lo hicieron con la ilusión de ver a su equipo reencontrarse con el triunfo y, de esa manera, aferrarse a la opción del ascenso directo pese a las 12 unidades que, antes del encuentro, lo separaban de Deportes Temuco.
Pero no hubo festejos. En 90′ los viñamarinos no pudieron doblegar a Deportes Copiapó y debieron resignarse a un empate sin goles que de poco les sirve para lo que, al inicio de la segunda parte de la competencia, parecía un objetivo muy cercano.
Sin embargo en los tres partidos disputados solo cosecharon un punto, muy poco para un cuadro con las pretensiones del conjunto dirigido por Víctor Rivero.
En la primera etapa del partido el cerrado planteamiento de Deportes Copiapó complicó a los viñamarinos. Una dificultad que se acrecentó porque estos no mostraban en los primeros minutos las armas para acercarse con regularidad a la portería defendida por Ignacio González.
Pero con el transcurrir del lapso, el cuadro local se creó algunas ocasiones propicias para ponerse en ventaja. A los 19′ llegó la primera opción para los oro y cielo con un remate de Maximiliano Ceratto que el meta nortino desvió al tiro de esquina.
Pero el peligro no terminó allí porque tras el tiro de esquina, el argentino Gabriel Díaz -que reaparecía tras ser expulsado ante Magallanes en la primera fecha- conectó de cabeza lo que obligó nuevamente al arquero visitante a una gran reacción para evitar la apertura del marcador.
En la media hora de juego, José Luis Muñoz tuvo otra posibilidad pero nuevamente González ahogó el grito de gol de los hinchas locales. Otro remate de Álvaro Madrid desde fuera del área terminó por transformar en figura al golero visitante en el primer lapso.
Pocas ideas
Sin embargo en el complemento las luces se apagaron. Los oro y cielo no encontraron los caminos para imponerse a un adversario que parecía abordable, pero que ante la incapacidad de los dueños de casa creció en fortaleza para sostener un empate.
Y de hecho, en el contragolpe, la visita tuvo un par de opciones claras que, para fortuna de Everton, no pudo transformar en gol.
Rivero movió el banco e hizo ingresar a Matías Ramírez y Gino Alucema para darle más frescura a su equipo, pero la apuesta no resultó. A poco del final, en una jugada creada por “Ribery” Muñoz, los locales pudieron quedarse con la victoria pero ni el propio delantero, ni Alucema ni Ramírez tuvieron la claridad para anotar.
Lo cierto es que en estas tres primeras fechas tras la reanudación del torneo, Everton pareció haber perdido toda la efectividad que mostró en la primera mitad de la competencia cuando tuvo el 100% de rendimiento en casa y logró ganar la liguilla. Ojalá que pueda despertar y que, cuando lo haga, no sea muy tarde.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso.
Foto: Prensa Everton.