El cierre de la primera rueda de Everton de Viña del Mar, con un tibio empate 2-2 ante Deportes Temuco, no pudo estar más acorde con la zigzagueante presentación de los oro y cielo en el Campeonato Nacional.
De hecho, los ripios que los viñamarinos exhibieron en el estadio Sausalito fueron un calco del rendimiento que tiene a los auriazules en la última posición de la tabla del torneo, con sólo nueve puntos de 45 posibles.
El inicio del encuentro tuvo a un Everton que intentaba acercarse tibiamente a la valla del portero José Luis Gamonal, mostrando un juego a ratos parsimonioso, que contrastaba con el afán de los de la Araucanía por apoderarse del balón.
De hecho, sorprendió a los casi 4 mil 200 asistentes al coloso de la Ciudad Jardín, que el hombre con más profundidad en los primeros minutos, fuera el mexicano Francisco Venegas, que sumó dos aproximaciones que no pudieron ser aprovechadas por Marco Bueno y Óscar Salinas, que a los 10′ dirigió un disparo directamente a las manos del meta temuquense.
Y tras la ineficiencia inicial, vino la respuesta del visitante. Primero a los 15′, a través de una llegada de Matías Donoso, y luego a los 20′, cuando Rubén Cepeda consumó un avance por izquierda hasta el área evertoniana y envió un centro que fue rozado por Cristián Canío, quien dejó el balón listo para que Donoso dejara sin opción a Eduardo Lobos, decretando el 1-0 para Temuco.
En la jugada siguiente, fue el propio meta oro y cielo quien protagonizó una gran falla al intentar jugar con sus pies y ser interceptado por Donoso. Sin embargo, el atacante sureño no pudo concretar ya que el arquero tuvo que extremar recursos para enviar el balón al tiro de esquina.
La más cercana del cuadro viñamarino llegó a los 41′, cuando una jugada asociada terminó con el balón en la línea del arco y contenida por Gamonal. El mexicano Bueno insistió en empujar el esférico y este entró, pero el juez Eduardo Gamboa pitó la falta.
RECUPERACIÓN PARCIAL
En el segundo tiempo, la ansiedad por buscar el empate se transformó en certeza, y los viñamarinos consiguieron aprovechar rápido el repliegue de las líneas de los dirigidos por Dalcio Giovagnoli. De hecho, apostaron a un despliegue por las bandas que hizo mella en la línea defensiva del cuadro albiverde.
A los 53′, llegaría la recompensa de la búsqueda evertoniana. Un córner fue servido desde el sector izquierdo por Venegas y apareció Bueno, primero que todos, para cambiarle el palo al balón y decretar el empate, celebrado con las manos en los oídos por el atacante azteca, en clara alusión a las críticas que ha recibido en su paso por Everton.
Con la igualdad, llegaría la máxima expresión colectiva del elenco auriazul, que redobló los esfuerzos en ofensiva para conseguir un esquivo triunfo. De esa manera, se apoderó de la posesión del balón y pudo encerrar a Temuco dentro de su propio campo.
Así, al minuto 74, un peligroso avance de Dilan Zúñiga por la banda zurda terminó en un centro pasado que rebasó a todos en el área visitante, a excepción del argentino Juan Ezequiel Cuevas, que con el arco a su merced batió a Gamonal y puso el 2-1 para los oro y cielo.
De ahí en más, lo que podía demostrar el elenco viñamarino podía ser interesante, aunque optó por retrasar la zaga con el ingreso de Diego Orellana y Álvaro Madrid, quienes naufragaron ante una tenencia del balón que era recuperada de manera ostensible por los volantes de Deportes Temuco, siendo Rubén Cepeda el más incisivo.
Esto fue leído por el cuadro sureño, que a los 81′ del compromiso tuvo la génesis del empate en un lateral que devino en un centro. La pelota no pudo ser captada por ningún defensor evertoniano, pero sí por el argentino Alfredo Ábalos, que aprovechándose de la inmovilidad de la zaga y del portero auriazul decretó el 2-2.
De ahí en más, el encuentro fue pura ganancia para los de la Novena Región, quienes incluso quemaron el último cambio haciendo ingresar a Kevin Harbottle a los 90′, con tal de rescatar algo de un encuentro donde Everton configuró uno de sus grandes temores en el campeonato, que había mostrado en la fecha anterior: no saber sostener un resultado que les favorecía.
Por tal razón, los últimos minutos fueron casi de silencio absoluto en el coliseo de la Ciudad Jardín. Salvo las pifias del público cada vez que el guardameta evertoniano tocaba el balón con sus pies, no hubo recriminaciones. De hecho, cuando el árbitro del encuentro sentenció el final del compromiso, el cuerpo técnico evertoniano se retiró de manera tranquila al sector de camarines.
Un panorama quizás extraño para un cuadro que en los pasados dos torneos estuvo peleando fuertemente por la posibilidad de sumar una estrella, pero que en este torneo ha exhibido su peor cara.
Hoy, al término de la primera rueda, Everton de Viña del Mar es el colista del campeonato de Primera División, empatando con Audax Italiano que también cosechó nueve puntos, con un cuerpo técnico cuestionado, y con la amarga sensación de que podrían haber cambios drásticos a corto y mediano plazo.