Seguramente el receso por las Fiestas Patrias generó gran expectación en los hinchas oro y cielo por ver otra vez a Everton en cancha.
Por eso ayer en la noche llegaron al estadio Sausalito con la ilusión de ver un buen espectáculo, pero los locales y Curicó Unido no estuvieron ni cerca de dar el ancho.
Quizás fue la tensión de ambos por arriesgar. En el caso de los viñamarinos, una derrota los volvería a frenar en su escalada en la tabla, mientras que el cuadro tortero tenía la oportunidad sagrada de salir de la zona de descenso directo.
Lo cierto es que los dirigidos por Roberto Sensini siguieron sufriendo los mismos problemas que han evidenciado a lo largo del año en ofensiva, con muy poca contundencia y pases errados en tres cuartos de cancha. Además, el rival tampoco puso mucho de su parte y padeció los mismos males que el dueño de casa.
Desde el inicio se notó la dinámica del duelo, con dos equipos débiles en ataque, a la espera de que un balón llegara a los agentes ofensivos, pero eso no pasó.
Lo más cerca del peligro estuvo en algunos balones detenidos. Primero fue la visita, que avisó mediante una jugada preparada después de un córner y una lenta salida de la zaga oro y cielo. Felipe Ortiz aprovechó que estaba habilitado e intentó rematar después de un buen pase de Yerson Opazo, pero no se acomodó bien y se diluyó su opción.
Luego vino el turno de Everton, que a través de un tiro libre desde el sector izquierda intentó asustar a los forasteros. Juan Cuevas buscó a Rodrigo Echeverría, que arremetió por el segundo palo, pero no pudo conectar cómodo por lo que el esférico se fue lejos.
Probablemente los más felices fueron los guardametas, que gracias a algunos remates muy débiles pudieron sumar atajadas a sus estadísticas, aunque ninguno fue de real preocupación. Entre los que intentaron estuvieron Matías Leiva y Juan Cuevas para los locales, mientras que Felipe Fritz estuvo presente para los albirrojos.
Solo cambio de nombres
Para el complemento Sensini decidió enviar al campo de juego a Maximiliano Cerato por Leiva, pero al menos a lo largo del trámite no significó una modificación trascendente, pues la dinámica fue idéntica a la primera parte.
Echeverría fue uno de los que asomó frente al arco de Curicó tras un centro, pero llegó muy forzado para darle dirección al disparo.
Ante la pobre presentación empezaron a caer las pifias en el reducto viñamarino por el bajo nivel mostrado por los dueños de casa y el escaso aporte de la visita.
A fin de cuentas, las emociones llegaron sobre el cierre del compromiso. Primero por una amarilla de Nicolás Gamboa a Leandro Benegas que luego decidió eliminar, asumiendo un error en su accionar.
Después el propio atacante tortero se encargó de silenciar Sausalito, pues ubicó el balón con una ajustada definición al palo izquierdo de Franco Torgnascioli, sin embargo, el juez cobró posición de adelanto y ahogó el grito curicano.
Everton quiso responder y lo hizo con una buena acción de Christian Bravo, que se acomodó y remató desde fuera del área, obligando a Fabián Cerda a estirarse para evitar el 1-0.
A poco de terminar, la incertidumbre se apoderó del partido. Un choque entre Leandro Galeano y Cerato dejó al delantero oro y cielo desplomado sobre el césped.
Los jugadores pidieron la ambulancia, que tardó en llegar, pero finalmente el evertoniano se paró luego de ser atendido por el cuerpo médico.
Con muy poco fútbol, el árbitro pitó el final, que dejó un pobre marcador sin goles, y que acrecienta las dudas en torno al rendimiento del equipo de la Ciudad Jardín.
Ahora los de “Boquita” deben prepararse para visitar a Deportes La Serena este martes desde las 16.00 horas.
Sensini: “No tuvimos contundencia”
Con autocrítica el técnico de Everton, Roberto Sensini, reconoció que jugaron un mal partido frente a Curicó Unido. “No tuvimos la contundencia para ganar un partido”, dijo el DT oro y cielo, añadiendo que “no pudimos ser el equipo que queremos ser y perdimos dos puntos”. Además, manifestó que las lesiones no son excusa para los malos resultados. Sobre la situación de Maximiliano Cerato, que sufrió un golpe en la cara al chocar con Galeano, reveló que el jugador viñamarino “tuvo un golpe importante en la cabeza, terminó el partido y dice que no se acordaba de nada, ahora le van a hacer estudios para salir de todo tipo de dudas”.