Tras algunas llegadas a zona de tres cuartos rival, el primer chute toffee a portería -y del partido- llegó a los 7 minutos de encuentro. James McCarthy se hizo un espacio en el borde del área y decidió probar suerte. El balón salió fuera, desviado por el conjunto hammer. Habría saque de esquina.
Diez minutos de partido, y el dominio del Everton era más que evidente. Goodison Park veía un gran juego de combinación por parte de los suyos, el balón iba de lado a lado a través de unos magníficos pases.
Minuto 13. Primer gol del partido. Romelu Lukaku controló un sensacional pase raso de Bryan Oviedo. El ’9′ evertonian, se hizo un gran espacio con un perfecto control orientado para zafarse de su defensor y disparó a puerta, ajustando el balón por la esquina inferior derecha. Un auténtico tiro de calidad.
A partir del gol, el partido no transcurrió con tanta desigualdad como la que se vio en el primer cuarto de hora. Ambos equipos se intercambiaban la posesión y llegaban a zonas peligrosas, pero sin crear grandes ocasiones.
A falta de 16 minutos para finalizar la primera mitad, Kevin Mirallas dejaba a su equipo con 10, tras ver la segunda cartulina amarilla. Todo hacía presagiar que el Everton -a duras penas- podría aguantar el resultado, y es que en el 43′, el West Ham, desperdició un gran centro que parecía ser gol. El cabezazo de Emenike fue flojo, a las manos de Joel Robles.
Final de infarto
Pagar una entrada para ver la segunda mitad de este partido en Goodison Park, podría haber sido una de las mejores inversiones de cualquier persona amante a este deporte. Eso sí, si uno es del Everton no debe pensar lo mismo…
Ambos entrenadores movieron fichas durante el descanso. Besic ingresó al terreno de juego sustituyendo a John Stones, y Andy Carroll hizo lo propio sentando a Oxford en el banquillo.
Difícil sería mantener al West Ham, pero Goodison Park confiaba en su equipo. El conjunto hammer rápidamente se apoderó del partido -aunque no disfrutaba de un absoluto dominio- pero contra todo pronóstico, en el minuto 56, Aaron Lennon -a pase de Romelu Lukaku y dentro del área- hizo el 0-2. Los hinchas toffees no se lo podían creer.
Así pues, y tras intercambios de golpes de ambos conjuntos llegaría una ocasión de oro para el Everton, que sin duda habría sentenciado el partido. Minuto 68. Alex Song derrumbó a Besic en el área y -sin dudarlo- Anthony Taylor señaló pena máxima. Romelu Lukaku fue el encargado de lanzar el penalti pero… ¡lo falló! Adrián lo paró. Sin duda alguna, un efecto de positividad brutal para los jugadores hammers.
A partir de aquí, el partido iba a dar un tremendo giro. Perfecto para los intereses de los de Londres. Michael Antonio, en el 78, recortaría distancias, tras cabecear un sensacional centro procedente de las botas de Mark Noble. Había partido. Antonio recortó distancias para los hammers.
Tan solo tres minutos después, el West Ham iba a empatar el partido, y es que Diafra Sakho mandó el balón al fondo de las mallas tras rematar un gran balón colgado desde el flanco derecho, con sello de calidad Dimitri Payet. El partido se había roto.
El 2-2 parecía ser el resultado final del partido, pero ya se sabe cómo de caprichoso y bello es el fútbol a veces. Minuto 90. Cresswell lanzó un balón largo desde el medio del campo, que tras un cabezazo previo y una gran dejada de Sakho, Dimitri Payet convirtió ese ”balón largo” en el gol de la victoria, el 2 a 3 definitivo en el marcador.
Fuente: Vavel.