Se suponía que los puntos que le robó -en jornada sabatina- el cuadro de Coquimbo Unido al líder San Luis (partido que fue presenciado en vivo… por los jugadores de Everton), sería el mejor de los incentivos para que el cuadro viñamarino, saliese con todo a ganar en San Felipe.
Los resultados, en general, se habían dado y hasta el clima había sido más bien benevolente con el cuadro ruletero, ya que el calor fue menor al de jornadas anteriores en el Valle de Aconcagua.
No obstante, es en la cancha en donde Everton no responde, ni tampoco juega. Y su técnico, Luis Marcoleta, ya está optando por no dar declaraciones tras los partidos, al igual que algunos de sus jugadores.
Lo de ayer fue más de lo mismo y Everton volvió a caer (0-1 frente a San Felipe) y, lo que es peor, no dio señales de mejoría alguna. Sólo al final del compromiso -ya más por empuje y amor propio- que el cuadro ruletero acorraló al local, justo cuando los dirigidos por Miguel Ponce, ya apostaban a “cerrar” el partido.
El local, sin sus dos creadores (no estuvieron Sirino y el “Mágico” González”) apostó por luchar, meter y guapear. Y en esa faceta, San Felipe sacó partido a un equipo que de grande -para esta categoría- sólo tiene la pinta, ya que en la cancha, no hay respuestas.
Así, el Everton de Marcoleta -que terminó con diez jugadores, producto de la expulsión de Marcos Velásquez a los 57′- volvió a decepcionar, cayó al quinto puesto en un campeonato en donde sólo sirve campeonar y quedó ahora a ocho puntos de un San Luis que no afloja.
Fuente: La Estrella de Valparaíso