Las cuatro caras extranjeras que llegaron a manejar el nuevo Everton

Poco más de un mes ha pasado desde que en las instalaciones del CDE se selló en forma oficial el acuerdo a través del cual el Grupo Pachuca adquirió el 80% de la propiedad de Everton.

La operación trajo consigo una serie de cambios a nivel financiero, y prueba de ello es la gran inversión que el club viñamarino ha realizado con el objetivo de tener un plantel competitivo en esta temporada.

Sin embargo, a nivel organizacional también se han producido una serie de incorporaciones, donde en primer lugar destaca el desembarco de Pedro Cedillo Martínez como nuevo presidente oro y cielo.

Sobrino de Jesús Martínez Patiño, presidente del conglomerado azteca, este joven mexicano de 23 años tendrá la compleja misión de liderar el futuro del cuadro auriazul y de replicar a nivel macro los pilares del Grupo Pachuca en el nuevo Everton: deportivo, académico, comercial, social y cultural.

Como director comercial arribó el mexicano de ascendencia vasca Jon Flamarique, quien posee estudios universitarios en economía y un master internacional en negocios y administración de fútbol.

Con experiencia en la banca comercial, este joven de 27 años ha estado ligado a los dueños del Grupo Pachuca desde que era un niño y tuvo la posibilidad de trabajar con ellos en algunos proyectos.

En Viña del Mar, Flamarique estará a cargo de la relación con cada uno de los patrocinadores del club, generar nuevos ingresos, llevar los derechos de merchandising, de nuevas licencias, nuevos productos, y todo lo que tiene que ver con potenciar los ingresos.

“Y con ese dinero que ingrese al club, poder reflejarlo en resultados deportivos. Esto es como un engranaje”, asegura el ejecutivo, agregando que “venimos a empatar ideas con Everton, no venimos a imponer cosas, sino que venimos a replicar un modelo que afortunadamente ha dado sus frutos en México, basado en los cinco pilares. De a poco queremos llevar a Everton a lo más alto”.

El área deportiva

Como ya es sabido, el exfutbolista tuzo, Ignacio Hierro, asumió como director deportivo y es uno de los hombres fuertes dentro de la nueva organización del club.

Con experiencia previa en Atlante y Pachuca a nivel directivo, esta vez el exdefensor mexicano estará encargado de implementar y encabezar un área deportiva conformada por seis subdirecciones, que son ciencias del deporte, fútbol joven, secretaría técnica, medicina y rehabilitación, visoría y rendimiento, y también el primer equipo.

Justamente la primera de ellas estará liderada por la última cara nueva que se sumó al club. Se trata del español Juan José Díaz, quien nació en Ibiza pero ha desempeñado su carrera en Barcelona.

Estudió ciencias de la actividad física y el deporte, y luego entrenador nacional de fútbol, y también posee un master en alto rendimiento en deportes colectivos. Laboralmente, ha trabajado en equipos de tercera división de España, como el Club de Fútbol Gavá y Club Deportivo Europa.

Su trabajo está vinculado con la preparación física y la coordinación de los entrenamientos, con especial énfasis en las divisiones menores, con el objeto de guiar el proceso formativo para los jugadores.

“Tradicionalmente en el fútbol los jugadores salen por generación espontánea, y nosotros no queremos eso. Queremos crear un proceso para dotar de una mayor capacidad formativa a los jugadores, y que esto sea un proceso programado para que el talento no se pierda, para que una vez que lo captemos podamos trabajar el talento de la mejor forma posible y puedan salir jugadores de elite”, explica el funcionario de 29 años.

“La idea es programar el entrenamiento a lo largo de las diferentes etapas de formación del jugador para que tenga más facilidades para llegar a la elite”, agrega Díaz, detallando que en ese proceso inciden cuatro factores: el talento genético del niño, la captación de ellos, el entrenamiento que se le haga, y por último, que exista un buen sistema competitivo y exigente que les permita potenciar sus capacidades.

Así comienza a tomar forma un nuevo Everton cuyo objetivo a mediano plazo es lograr campeonatos y a futuro convertirse en la cantera más importante del fútbol chileno, aprovechando para ello el talento que anda dando vueltas por la región de Valparaíso.

El Mercurio de Valparaíso
Foto: En Cancha