Acaba de cumplir seis años de residencia en Chile (llegó como refuerzo para el segundo semestre del año 2010) y hoy en día está a tan sólo un partido de convertirse en el futbolista extranjero que más encuentros oficiales ha jugado en la historia con los colores de Everton.
Sin contar a Gustavo Dalsasso -que al nacionalizarse chileno, no ingresa en esta estadística- el atacante argentino Maximiliano Iván Cerato Ferrero igualó la marca de otro histórico como Ariel “El Fantasmita” Pereyra y de sumar minutos ante Iquique en Alto Hospicio, quedará al tope en este listado con 164 partidos oficiales por Everton.
Consultado al respecto, el ex Defensores de Belgrano se mostró orgulloso por quedar en la historia del cuadro viñamarino.
“Al llegar acá a Everton, jamás pensé en que podría llegar a alcanzar algún récord, llegando a esta cifra y superando al ‘Fantasma’ Pereyra (Ariel) a quien conozco como jugador y ahora como técnico y que es por lo demás una gran persona. Y bueno, superarlo es algo muy lindo. No trato de pensar en récords, ni cosas parecidas. Se fue dando así, yo llegué el 2010 con la ilusión de pelear por cosas importantes y la verdad que me he sentido muy identificado con el club, con la gente y con la ciudad. En mi caso, siempre he tratado de devolver todo este cariño en la cancha y si puedo romper esa meta… bienvenido sea y a disfrutarlo ojalá este domingo con un triunfo en Iquique”.
-¿Qué recuerda de sus orígenes en Everton; cómo llega a Viña del Mar?
-Me trajo Nelson Acosta y voy a estar siempre agradecido de él. Esto se dio porque Camilo Rozas había ido a Argentina a ver un partido, luego le informa a don Nelson, él después viajó y de pronto llegó un llamado a mi casa. Ellos fueron a verme cuando jugaba en Defensores de Belgrano, recuerdo que fue un partido de visita ante Deportivo Morón, yo no sabía que Nelson me andaba buscando… me habían dicho que me venían a ver, pero yo no sabía quien y luego después del partido, al otro día, llega el llamado telefónico de Nelson.
-¿Lo sorprendió, me imagino?
-Pero claro, si incluso me emocioné ya que un técnico tan reconocido como don Nelson esté detrás de tus pasos, que me llame a mi casa y que me diga lo que me dijo, fue muy lindo. Él me dijo que quería contar conmigo, que me viniera a Chile, que si hacía la mitad de las cosas que hacía en Argentina, iba a triunfar en el fútbol chileno… la verdad que no lo pensé mucho y decidí partir. Yo había tenido una posibilidad antes en San Lorenzo de Almagro, pero por una cuestión entre los clubes, que nunca se pusieron de acuerdo, no pude jugar ahí, pese a que ellos me querían comprar el pase.
-Fue un año complicado ese 2010, ya que llegaron refuerzos que no rindieron (Juan Eduardo Bottaro, Lucas Nanía y César Garipe) y al final bajaron…
-Se fue complicando en el camino, ya que cuando yo llegué el equipo estaba sexto y con muchas pretensiones, pero luego pasaron un sinfín de cosas, como la lesión de Dalsasso en Calama y al final el equipo descendió jugando en San Carlos de Apoquindo.
Lo bueno y lo feo
“De todos estos años en Everton, lo que más recuerdo son los ascensos y en especial el primero, aquel de Concepción, que fue muy importante y lindo. Lo disfruté mucho, me emocioné también, en especial, por lo que habíamos vivido antes. Yo ese año estaba convencido de que subíamos y luego lo que fue ese estadio, con miles de hinchas de Everton, fue algo fantástico. Ahora lo de Puerto Montt fue también muy lindo y en cuanto a lo triste, obviamente los descensos, primero contra la UC y luego en Talcahuano, que me pegó muy fuerte. Esa tarde tuve dos ocasiones de gol, una pegó en el palo, la otra no la pude meter, luego vino el penal que no le cobran a Ragusa y la verdad que no era para nosotros. El resultado de Católica con La Calera tampoco nos favoreció y cuando las cosas no se dan… no se dan, esto es así.
-¿Y del Everton de hoy, bajo el mandato del Grupo Pachuca?
-Me parece muy bien, el equipo está por un buen camino, se ve a un Everton muy grande y la idea nuestra es pelear el campeonato y luchar por cupos internacionales. La gente de Viña me ha tratado muy bien, al igual que Nelson Acosta en su momento, el mismo Dalsasso (Gustavo) que está acá y me enseñó muchas cosas, él es el ídolo máximo del club y se lo merece y también la gente, que siempre me ha tratado con mucho cariño. Yo siento el afecto de la gente y siempre lo voy a agradecer.
La Estrella de Valparaíso
Foto: El Dínamo