“Si bien nada es fácil, prefería esta llave y no que nos toque con un equipo brasileño”. Así de sincero es el entrenador Pablo Sánchez a la hora de analizar el rival que enfrentará Everton en el marco de la primera fase de la Copa Sudamericana.
Y es que considerando a otros contrincantes que podrían haber tocado, jugar con Caracas asoma como un sorteo mucho más favorable, al menos en el papel. “A (Rosario) Central le tocó Sao Paulo, a Newell’s contra Atlético Paranaense, a Audax (Italiano) con Botafogo, por lo que la verdad es que ante ese tipo de rivales prefería uno que no fuese brasileño, más allá de que todo es difícil”, agrega “Vitamina” desde Argentina.
Sin embargo, un aspecto que no deja de ser preocupante es la poca información con que se cuenta del conjunto venezolano, más allá de que, como dice Sánchez, “es una carta permanente de Venezuela últimamente en torneos internacionales”. De hecho, Caracas disputó la Copa Sudamericana de este año, donde cayó en la primera fase ante Cerro Porteño luego de empatar 1-1 en Paraguay y perder por 2-1 en condición de local.
Según explica el adiestrador rosarino, hace más de un mes que la competencia terminó para el cuadro llanero, que remató en el sexto puesto de la fase regular del Torneo de Clausura de la liga venezolana, y en los cuartos de final de play offs perdió en los dos partidos contra Carabobo, despidiéndose del certamen con un marcador global de 3-0 en contra.
“La verdad es que mucho más no conocemos al rival. Hay dos posibilidades de fecha: el 21 de febrero o el 7 de marzo. Ojalá nos toque esta última porque estuvimos viendo que su último partido fue a mediados de noviembre, con lo cual no vamos a tener mucha información. Entonces vamos a estar muy atentos a las contrataciones que hagan, y ojalá se juegue en marzo para que ellos ya tengan un recorrido en partidos de liga para poder analizarlos”, sostiene Sánchez.
Junto con ello, “Vitamina” reconoce que el hecho de que la serie se atrase lo más posible en el calendario beneficiará a su propio equipo, ya que de esta forma el plantel oro y cielo tendrá mucho más rodaje, con un andamiaje más acoplado y con los refuerzos más adaptados al club y a la idea de juego.
Será por lo demás un choque de viejos conocidos, ya que Everton y Caracas se midieron por la Copa Libertadores del 2009, cuando los viñamarinos ganaron por la cuenta mínima en casa y perdieron por el mismo marcador de forasteros. Un lindo recuerdo que, para los nostálgicos, volverá a cobrar vida, esta vez por la Sudamericana.
Lecciones de la última participación
El entrenador de Everton recordó lo que fue su reciente experiencia en Copa Sudamericana con los oro y cielo, admitiendo que más de alguna lección sacó de la serie donde quedaron eliminados frente a Patriotas de Colombia. “Siempre se aprende. Fue una llave muy pareja aquella. Creo que la altura fue decisiva en nuestra eliminación. Nuestro partido de vuelta (en tierras cafetaleras) fue muy malo”, reconoció Sánchez.
El Mercurio de Valparaíso