A esta altura, la situación que atraviesa Everton parece sacada de un mal chiste. Si ya era complejo el inicio de semana luego de la derrota sufrida ante Cobreloa en Calama, la propagación de un rotavirus entre varios jugadores del plantel terminó por complicar todavía más el escenario para los oro y cielo al impedir el entrenamiento normal de los más afectados.
Rafael Viotti, Gino Alucema, Diego Orellana, Jorge Gálvez, Matías Ramírez, Marcos Velásquez y José Luis Muñoz, e incluso parte del cuerpo técnico, han tenido que soportar los malestares para llevar adelante las prácticas con miras al choque del sábado ante Santiago Morning en el estadio Sausalito, un compromiso que asoma como decisivo para de una vez por todas volver a los triunfos en la temporada.
“Cuando vienen estos malos momentos pasa de todo. No vamos a tener una semana normal de trabajo, con algunos están deshidratados, otros saliendo del virus, y otros entrando. Pero no será excusa y es ahora donde el grupo tiene que salir fortalecido de los momentos difíciles. Tenemos el optimismo de que de este mal momento nos va a fortalecer y saldremos adelante”, confiesa el técnico Víctor Rivero.
La situación, que se suma a la suspensión de Alejandro Carrasco y de los lesionados Felipe Salinas, Douglas Estay, Sebastián González y Nicolás Peñailillo, podría volver a traer novedades en la oncena viñamarina.
Al respecto, el propio entrenador del cuadro auriazul confesó que “lo vamos a ir manejando de acuerdo a cómo lleguemos el viernes en cuanto a la recuperación de algunos. Hay jugadores que están esperando una oportunidad, como Concistre, Gálvez y Feres, además de los juveniles Riffo y Cisterna. No tendremos dudas de que si alguno no está, no vamos a tener el temor de que ingresen los que han tenido menos opciones”.
Pese a los golpes que semana a semana ha recibido el plantel, existe la confianza de sacar adelante la tarea. El propio Víctor Rivero no duda en afirmar que quizá se trata del momento más crítico de su corta carrera como técnico, pero de todas formas mantiene la esperanza intacta.
“Hay que estar preparado para lo bueno y lo malo. Las victorias se dan en menor cantidad que las derrotas y los fracasos, por lo que hay que estar preparado porque no trabajamos en base a un resultado. Si bien ahora no se nos han dado, en el Apertura no por salir campeones fuimos los mejores… Tenemos que tener la capacidad de salir luego de este momento y no dejarnos llevar por la crítica”, sentenció el entrenador oro y cielo.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso.