Por esas casualidades de la vida, el volante Sebastián González se apresta para tener una especie de revancha defendiendo la camiseta de Everton.
Tras no ser considerado por Héctor Tapia luego de conseguir el ascenso a Primera con los oro y cielo, el mediocampista argentino, que tiene contrato hasta mediados del próximo año, partió a Colombia con el objetivo de recalar a préstamo en el Deportivo Pereira, club donde fue solicitado por el técnico Néstor Craviotto, quien lo había dirigido previamente en Unión La Calera.
Sin embargo, la operación con el conjunto cafetalero no fructificó debido a que le detectaron molestias en el menisco externo de su rodilla derecha, la misma que le habían operado hace unos meses y que lo tuvo bastante tiempo fuera de las canchas.
“Puedo decir que me estoy volviendo a sentir jugador de Everton”, comentó González en torno a su frustrado fichaje y retorno a Viña del Mar.
Consultado por el trato que tuvo con el DT Héctor Tapia para conversar sobre su regreso luego de no ser contemplado, el “Pulpito” confesó que “siempre me fue sincero. Me habló las cosas que pensaba y al principio no me tenía considerado, pero ahora a mi regreso me fue sincero otra vez para decirme que quería contar conmigo, que me pusiera bien para estar a su disposición”.
“No sé si es una revancha, pero es algo que busqué y que quiero desde el año pasado, porque el club estaba en la B y tras ascender estaba ese sueño de jugar en Primera con Everton, siempre me lo imaginé. Terminamos de jugar la final en Puerto Montt y ya me estaba imaginando jugar el clásico con Wanderers, eso era algo que soñaba”, agregó el volante auriazul.
De todas formas, González está consciente que ganarse un espacio en el equipo no será fácil. “Como en todos lados, nadie te regala nada. Al lugar que vas no tienes el puesto asegurado, siempre hay que dar pelea y desde chico me acostumbré a eso”, reconoció el futbolista trasandino.
Pero antes que comenzar a pensar en disputar un puesto, González deberá someterse a un tratamiento de recuperación de su lesión, el cual podría superar los 30 días. “Es una lesión que me venía molestando cuando volví a jugar acá, terminé jugando las finales con mucha molestia y me tuve que infiltrar para estar. Hace trabajar mal la rodilla, tengo el cartílago un poco inflamado y eso me hace juntar líquido. Tengo que hacer un tratamiento especial en Santiago para ver si en un mes podemos estar a punto”, sentenció el “Pulpito”, esperanzado con la posibilidad de poder volver a vestirse de oro y cielo.
El Mercurio de Valparaíso