En el año del centenario del tradicional Clásico Porteño, Everton fue más eficaz y se quedó con el triunfo ante el cuadro caturro por la cuenta mínima en el estadio Elías Figueroa Brander, resultado que no se daba en Primera División hace 36 años.
El cotejo se dio equilibrado desde el primer minuto, siendo Everton quien comenzó a inquietar a Wanderers con un remate de Cerato que Castellón envió al tiro de esquina. Pero éste inmediatamente tuvo respuesta caturra con un cabezazo de Rubén Farfán que se fue ancho por el poste izquierdo de Eduardo Lobos.
La primera mitad fue disputada. Los locales llegaban con pocos toques a mitad de terreno y a través de David Terans intentaban abrir el marcador con remates de larga distancia. Pero Everton no se quedaba atrás, el buen desempeño de Ragusa, tanto de enganche como apoyo a los dos volantes centrales (Medel – Echeverría) permitía una mayor fluidez y respaldo entre los mediocampistas que además contaban con los desbordes de Rodríguez y Zúñiga por las bandas.
Ya en el segundo tiempo ambos equipos buscaban de cualquier forma abrir el marcador. Wanderers continuaba con el buen trabajo en medio terreno, pero en su intento por quedarse con la victoria dejaba bastantes espacios en la zaga, que no supo aprovechar Everton, inquietando al Dt Sánchez.
En el minuto 72′ y tras un tiro de esquina jugado corto, fue Everton quien encontró el gol, que a la larga sería el único del compromiso, ya que Rodrigo Echeverría en la entrada de área mayor y de medio vuelta, venció a Gabriel Castellón con un tiro esquinado al primer palo del portero.
Con el gol a favor, Everton intentó manejar los últimos minutos del encuentro y lo logró por lo menos hasta el minuto 88′ cuando quedó con un hombre menos tras la doble amonestación a Braian Rodríguez. Al final Wanderers se inclinó hacia el área ruletera, con centros que buscaban a Javier Parraguez y Rodrigo Pastorini. El primero anotó el empate, pero estaba adelantado.
Satisfacción
“El partido lo podía ganar cualquiera, con propuestas distintas, pero lo podía ganar cualquiera”, declaró el técnico ganador Pablo Sánchez, quien añadió que “en medio de victorias los jugadores comienzan a creer en sí mismos; el triunfo te da valentía y el equipo lo está aprovechando”.
Sincerándose con la jugada del gol; el adiestrador confesó que “la idea era generar un dos contra uno y así generar un desorden en el área que aprovechanos”.
Ahora se viene un nuevo receso, debido a las elecciones municipales y el sábado Everton tendrá un duelo amistoso ante U. La Calera. Luego, el domingo 30 (12.00 horas) vendrá el partido ante U. de Chile.
La Estrella de Valparaíso
Foto: El Gráfico Chile/Photosport