Goodison Park se engalanaba para una de las citas más remarcables del calendario liguero en Inglaterra. Ambos conjuntos llegaban al partido con la moral crecida tras sendas victorias por 3-0 en la última jornada. La confrontación entre Everton y Manchester City prometía igualdad y un nivel competitivo de mucha altura, y los jugadores respondieron a las expectativas desde el primer minuto de juego.
Control vs vértigo
El guión de los primeros minutos fue fiel a lo esperado. Everton trató de aportar control e imponer la superioridad del local y el Manchester City impuso el vértigo. Así, prácticamente en la primera acción ofensiva, Agüero se plantó frente a Howard tras un disparo rechazado de David Silva que desconcertó a la defensa local, pero el portero estadounidense reaccionó en un alarde de reflejos al chut certero del argentino. Lejos de ser una jugada aislada, pocos minutos después una triangulación medida entre Silva y Navas en banda izquierda culminó con un centro al corazón del área donde Agüero remató de primeras a los pies de un acertado Howard.
El dominio tímido e inofensivo del Everton fue aprovechado por el Manchester City para lanzar continuos contragolpes lanzados por Silva y conducidos por la velocidad de Sterling y Navas. Los visitantes castigaban a conciencia ambas bandas, aprovechando la espalda de Coleman tras las incorporaciones ofensivas del lateral irlandés y creando superioridad en la izquierda sobre el joven Galloway, que cuajó una primera mitad impecable antes de tener que ser sustituido por lesión.
Alternativas ofensivas para ambos bandos
Ambas defensas mostraron una gran firmeza y los atacantes encontraron una alternativa ofensiva en los disparos lejanos. Silva y Sterling, los más activos del City, probaron a Howard con sendos remates lejanos que el estadounidense despejó con contundencia. La réplica por parte del Everton partió de las botas de Barkley, con un zurdazo desde la frontal que acabó en manos de Hart, y de Coleman tras una gran incorporación que acabó con un chut raso que salió rozando el poste.
Los atacantes toffees tuvieron serias dificultades para superar a unos sólidos Kompany y Mangala atacando en estático, sin embargo, los locales encontraron un filón en las rápidas transiciones a la espalda de Yaya Toure conducidas por un acertado Barkley. Al borde del descanso, el mediapunta inglés hizo estragos en la defensa visitante provocando dos peligrosas faltas al borde del área. El primer lanzamiento fue errado claramente por el propio Barkley y en la falta posterior, Lukaku tomó el testigo y estrelló su disparo contra el larguero en la última acción de la primera mitad.
Inercia invertida por el Manchester City
La inercia de juego cambió claramente desde los primeros compases tras la reanudación. El Manchester City dio un paso al frente, adelantó líneas y obligó al Everton a replegarse en exceso sobre su área. De esta manera, los atacantes visitantes comenzaron a combinar con fluidez en la frontal del área local. La conexión de unos incontrolables Sterling y Silva atormentaba continuamente a la defensa toffee y en la primera acción de la segunda mitad una rápida combinación entre ambos culminó con un poderoso remate al palo del español.
El Manchester City avisó primero y golpeó después. En el minuto 60, de nuevo con Sterling en el papel de asistente, Kolarov se plantó en al área, en una posición muy escorada desde la cual conectó un zurdazo colocado que batió a Howard por su palo. En la jugada inmediatamente posterior, el arquero americano pudo resarcirse de su error en la acción del gol al detener un claro mano a mano frente a Navas.
Everton pasivo, sin reacción
El vendaval ofensivo visitante tras la reanudación se materializó en un gol que puso en una situación muy comprometida a los locales. Pese a contar con más de media hora de juego para dar la vuelta al resultado y llevar el peso del juego en los momentos restantes de partido, el Everton no logró sobreponerse ni hacer temer en gran medida al Manchester City por su victoria.
Los toffees no cesaron en su empeño de invertir la situación pero las ideas de los delanteros no se materializaron en claras ocasiones casi en ningún momento. Así, las ocasiones más claras llegaron en jugadas trabadas o en lanzamientos a balón parado. En la cabeza de Barry estuvo la opción más clara de empate, pero el remate del inglés fue despejado por Kompany sobre la línea de gol una vez superado Hart.
El Manchester City demostró solidez como bloque, así como claridad de ideas e inteligencia para dominar los tiempos de partido tanto en los instantes de inferioridad como en los de superioridad. Llegados a los últimos minutos de partido, los visitantes aprovecharon los espacios creados por el Everton en la búsqueda desesperada del empate para ampliar distancias y sentenciar el encuentro. Merced de una asistencia de genio de Toure Yaya, que logró superar a toda la línea defensiva rival con un pase picado al primer toque, Nasri batió a Howard desubicado superándolo con un leve toque.
Tras el triunfo en Goodison Park, el Manchester City continua su impecable inicio de temporada con tres victorias en tres partidos y unas sensaciones insuperables con las que se asientan en el liderato. El Everton, sin embargo, frena en seco su progresión ascendente y se mantiene en la mitad superior de la clasificación con cuatro puntos.
Fuente: Vavel