Sebastián Pereira se ríe cuando le recuerdan que en la cancha del auditorio Osmán Pérez Freire destacaba por hacer muchos goles cuando defendía la camiseta amarilla y azul del club Guillermo Rivera.
“Es cierto, marqué hartos goles jugando en el club de barrio donde me formé”, dice el defensa de Everton, quien ayer fue convocado por el entrenador de la selección chilena Reinaldo Rueda para un nuevo microciclo de la Roja.
El porteño, oriundo de la calle Progreso del cerro San Juan de Dios, es hoy por hoy uno de los jugadores jóvenes con mayor proyección en el equipo oro y cielo. Integra una efectiva dupla de centrales con el experimentado Cristián Suárez, que se ha transformado en la más sólida del torneo. La estadística dice que la valla viñamarina, defendida por Johnny Herrera, ha sido batida apenas en ocho oportunidades.
El mejor premio para ese buen rendimiento es el llamado a trabajar en Juan Pinto Durán bajo las órdenes del entrenador nacional.
Pereira relata que se enteró de la noticia por un amigo que lo llamó por teléfono para contarle. “Al principio no le creía, pensaba que era una broma”, dice el zaguero.
Cuando se dio cuenta de que sí había sido convocado a la Roja, el evertoniano pensó de inmediato en su familia, que ha vivido días difíciles tras la muerte de su padre en octubre del año pasado.
“Es un orgullo y considero que además es un premio al esfuerzo. Siento que será una linda experiencia en mi carrera. Pienso que he hecho buenos partidos, jugando casi todas las fechas, además siendo un buen profesional”, dice el defensa.
En el momento que le contó a su madre, Pereira se emocionó, porque ella ha tenido problemas de salud durante el último tiempo y además son un núcleo muy unido junto a su hermano menor y su hermana mayor, quien también jugó fútbol un par de años en la rama femenina de Wanderers.
“Me hubiera gustado mucho compartir esto con mi padre, el 3 de octubre se cumple el primer aniversario de su fallecimiento. Mi tristeza es que no lo vea, porque el fútbol lo vivimos siempre a full”, revela.
Poco a poco aparecen los recuerdos y el futbolista vuelve atrás en el tiempo, a los años en que se inició en el Rivera pateando el balón en la cancha de tierra de la asociación Osmán Pérez Freire, a su paso por las inferiores de Santiago Wanderers hasta los 12 años y a su posterior llegada a las cadetes de Everton.
En todos esos momentos la figura de sus padres es fundamental. Cuando uno de ellos no podía estar (“mi viejo era feriante y trabajaba harto”, rememora), el otro lo acompañaba.
“A veces me portaba mal en el colegio o en la casa y mi papá me levantaba los castigos para poder ir a entrenar, era el que me ponía la fianza”, evoca el futbolista.
“En todo este proceso hemos sido siempre los cinco en la familia, ahora ya no está mi papá y somos solamente nosotros, más el apoyo de mi polola y de mis amigos cercanos. Obviamente esta nominación se la dedico a mi viejo, porque él era el más apasionado y vivió de todo junto a mí, cuando jugaba, cuando no me ponían estaba triste”, se sincera el jugador oro y cielo.
Su historia futbolística vivió un salto importante en el momento que dejó las inferiores porteñas y partió a buscar mejor suerte en Viña del Mar.
Según recuerda Domingo Sorace, quien lo recibió cuando era un niño de 10 años en Santiago Wanderers, a Pereira le pasó lo que ocurre con muchos jugadores de su edad, que al no tener la oportunidad de ser titulares prefieren buscar otros horizontes.
“En Everton también le costó ganarse un puesto, porque delante tenía a Agustín Volker, que finalmente se fue a Estados Unidos y ahora volvió y está en Unión Española”, asegura el entrenador de las cadetes caturras.
Titular en everton
El gran avance que ha tenido la carrera del zaguero en las últimas temporadas va de la mano con los dos periodos de Javier Torrente en Everton.
El rosarino lo hizo debutar en Copa Chile ante Cobresal durante su primera estadía en el club el 2018. Gustavo Díaz no lo consideró mayormente mientras dirigió el año pasado, y volvió a ganar minutos con el arribo del exayudante de Marcelo Bielsa a fines de 2019.
“El ‘profe’ Torrente me dio la oportunidad y no la he soltado más, también hay buen rendimiento, pienso que le he respondido bien en los partidos que me ha tocado jugar”, dice el zaguero.
Los vínculos familiares siempre afloran en Pereira, quien vuelve a acordarse de su madre y dice que le preocupa su estado de salud, “porque ha estado muy delicada”.
“Quiero que ella se recupere pronto, porque es lo más importante que tengo, ya no está mi papá y no sé qué haría yo ahora si no estuviera ella”, confiesa el jugador.