Se trata de la isla de Thilafushi, situada a pocos kilómetros al oeste de Malé, la capital maldiva. Lo que una vez fue una laguna prístina, ahora sirve de vertedero del lujoso destino turístico.
Cientos de toneladas de desechos sólidos y materiales tóxicos de Malé -una de las ciudades del planeta con más densidad de población por metro cuadrado- y de los hoteles de lujo en las islas cercanas se descargan en Thilafushi todos los días, un número que sigue creciendo a medida que la cantidad de visitantes a las islas se eleva. En la actualidad, se calcula que el archipiélago recibe a unos 10.000 visitantes semanales.
Por supuesto, este lugar está alejado de los ojos de los visitantes, y nadie visita el lugar a excepción de los inmigrantes de Bangladesh que trabajan en este vertedero gigante que flota en medio de uno de los fondos marinos más ricos del planeta.
Las naciones insulares no pueden enterrar su basura en los vertederos masivos como el resto de nosotros lo hacemos.
Frente a un montón de basura, no hay suficientes opciones, y los Maldivos han decidió verterlo en una laguna deshabitada, que solia ser uno de los lugares mas hermosos del planeta.
Ahora cientos de toneladas de desechos sólidos y materiales tóxicos de Malé y hoteles de lujo en las islas cercanas se descargan en Thilafushi todos los días. Allí, se mezcla con las toneladas de residuos plásticos flotantes que se pueden encontrar arremolinándose en todos los océanos de la Tierra.
Fuente: Diario Ecología